Más de 264 millones de personas en el mundo sufren debido a trastornos de ansiedad, pudiendo llegar a producir síntomas físicos o significativos.
Más de 264 millones de personas en el mundo sufren debido a trastornos de ansiedad, pudiendo llegar a producir síntomas físicos o significativos.

La salud mental ha tomado mayor relevancia durante el periodo de cuarentena por la pandemia del Covid-19, y por la importancia del bienestar emocional, psicológico y social. Para conmemorar el , Jessica Vega, autora del libro ¿Yoga o Clonazepam? (Editorial Planeta), nos recomienda algunas prácticas que las personas pueden incluir en su vida diaria para ayudar a calmar la mente por diversos factores como estrés o ansiedad.

Según la Organización mundial de la salud (OMS) más de 264 millones de personas en el mundo sufren debido a trastornos de ansiedad, pudiendo llegar a producir síntomas físicos o significativos, es decir, tornándose en una condición patológica, de la cual el 19% de la población sufre actualmente.

MIRA: Día Mundial de la Salud Mental: El 20% de los peruanos padece algún tipo de trastorno mental

Yoga

Es una práctica y una herramienta de autocuidado que ayuda a calmar la mente y a estabilizarla. Las personas pueden practicarlo algunos días de la semana podrán notar los beneficios y se sentirán mejor. Pero la potencia máxima capaz de curar la ansiedad y la depresión, y otras enfermedades físicas y emocionales, está en tener un estilo de vida yóguico. El yoga ayuda a la unión con uno mismo; es decir, mayor coherencia entre lo que queremos, lo que hacemos y lo que decimos. Unión con el universo, te sientes más conectado con los otros seres humanos. Pero además, unión con la mente y el cuerpo.

Budismo

El budismo es un campo único y una manera práctica de ver la realidad, ayuda a las personas a aceptar la vida, los problemas, las circunstancias, el pasado, pero sobre todo, aceptarse a uno mismo.

Mindfulness

Es una práctica basada en el budismo. El objetivo de este método, es que las personas se vuelvan expertos en observar los pensamientos, en lugar de involucrarse en ellos y darles cuerda. Observar la respiración y las sensaciones en el cuerpo cuando se está triste o molesto, y así aceptar la emoción que venga, sin juzgarla.

ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR

¿Cómo abordar las emociones de un adolescente?