Las mascarillas de tres pliegues quirúrgicas son las más comunes, debido a su bajo precio. (Foto: Reuters)
Las mascarillas de tres pliegues quirúrgicas son las más comunes, debido a su bajo precio. (Foto: Reuters)

La recomendación de las autoridades sanitarias es clara: la mascarilla quirúrgica debe tirarse después de su uso. Pero ante los residuos que se acumulan, sumado a su coste, algunas voces se alzan para que el gran público pueda reutilizarlas bajo condiciones.

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“Las mascarillas médicas son de uso único. Hay que tirarlas inmediatamente”, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pese a ello, en caso de escasez, como al inicio de la pandemia de COVID-19, la OMS admite que existen procedimientos excepcionales de descontaminación para volverlas a usar.

La Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA) validó de urgencia un procedimiento de descontaminación de mascarillas N95 para el personal sanitario mediante la pulverización de peróxido de hidrógeno.

Otros métodos existen en el ámbito profesional, como la exposición a temperaturas elevadas o la irradiación con rayos ultravioletas.

“Pero no es práctico para los particulares”, admite Denis Corpet, microbiólogo y profesor de Higiene, miembro de Adios Corona, un colectivo de científicos franceses de diversas especialidades.

“Método del sobre”

Para limitar la contaminación plástica generada por estas mascarillas de polipropileno así como el gasto familiar, Adios Corona aboga --en un contexto doméstico donde la gente no está expuesta a cargas virales comparables a las que existen en los servicios de reanimación-- por el “método del sobre”.

Este consiste en guardar durante siete días la mascarilla usada --si no está dañada-- en un sobre de papel, sobre el que se anota la fecha.

“Varios estudios científicos muestran que en una mascarilla, prácticamente todos los virus (del SARS-CoV-2) están muertos al cabo de siete días”, según Corpet.

Según los resultados de un estudio de la Universidad de Hong Kong publicados en la revista médica The Lancet, solo 0,1% del volumen de virus sigue siendo detectable en el exterior de una mascarilla después de una semana.

Peter Tsai, inventor de la tecnología de carga electroestática de las mascarillas N95, que permite atraer las partículas para impedirlas pasar, apoya este método.

“Para limitar el consumo y preservar el medioambiente, recomendaría reutilizar la mascarilla después de siete días, entre 5 y 10 veces para la población en general. Yo lo hago”, indica a la AFP.

También destaca la posibilidad de poner la mascarilla en el horno a una temperatura “controlada” de entre 70 y 75 ºC, para matar el virus evitando quemarla.

“Como la ropa interior”

En cambio, desaconseja el lavado: “Lavar sin detergente podría no hacer desaparecer el virus. Y con detergente destruirá la carga (electroestática)”, asegura, apuntando no obstante que pese a esta disminución de la capacidad de filtración, una mascarilla quirúrgica lavada a máquina podría ser más eficaz que una de tela.

El grupo francés de defensa de los consumidores UFC-Que Choisir publicó esta semana unas conclusiones similares a partir de unos test de tres mascarillas conformes a la normativa de filtración de 95% de partículas de 3 micrones.

Tras ser lavados 10 veces a 60 ºC a máquina, pasados por la secadora y planchados, los tres modelos mantenían una capacidad de filtración de al menos 90%, lo que “equivale e incluso supera a las mejores mascarillas de tela”, según el grupo.

Philippe Vroman, investigador del laboratorio Gemtex de la Escuela de Ingeniería Textil Ensait de Roubaix (Francia), probó tres modelos y después de al menos 5 lavados, “no había prácticamente ninguna diferencia (de filtración) para las partículas de 3 micrones, sólo para las más pequeñas”, asegura este científico basándose en resultados preliminares todavía no publicados.

Estas mascarillas “siguen cumpliendo su papel entre el gran público”, agrega.

“Y es preferible que se cambie la mascarilla cada 4 horas y que se lave, antes que llevarla varios días seguidos como algunos. Es un poco como la ropa interior...”, según Vroman.

Pero sin una publicación científica, las recomendaciones de las autoridades sanitarias no cambian.

“Las mascarillas quirúrgicas de uso único deben tirarse a la basura después de su uso”, reafirmaron esta semana las autoridades francesas, precisando que “hay estudios en curso” sobre su reutilización.

“No creo que (una mascarilla quirúrgica) sea lavable”, afirma igualmente Kaiming Ye, director del departamento de ingeniería biomédica de la Universidad de Binghmaton, en Estados Unidos.

Puede que sea posible “reutilizarlas”, pero “se necesitan llevar a cabo pruebas en profundidad”, insiste a la AFP este investigador que trabaja sobre las normas de descontaminación con rayos ultravioletas asociados al ozono.

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