“Al interior del ojo, poseemos un lente que sirve para enfocar las imágenes. Se llama cristalino. Cuando se opaca, se produce la catarata, la cual genera una visión borrosa. En los grados más severos, la persona ya no puede ver. Más de la mitad de los adultos mayores de 60 años poseen catarata senil. Esta patología se hace más frecuente a medida que envejecemos. Sin embargo, también puede aquejar a recién nacidos. En estos últimos, se conoce como catarata congénita”, afirma el Dr. Carlos Siverio Llosa, especialista y presidente de directorio de Oftálmica Clínica de la Visión, centro que destaca por su ética, precisión y trato humano.