Presentaban mayor flexibilidad cognitiva, lo que se llegó a la conclusión de que los efectos de las vacaciones llevaban a una reducción de estrés crónico. Aunque el estrés puede ser beneficioso en ciertos contextos (ayuda a apurar en el trabajo, como con deberes, fechas límites, etc); el estrés crónico el prolongado, puede traer malas consecuencias como el irritamiento, la falta de sueño y la fatiga.