(USI)
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Redacción PERÚ21

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Hay niños que suelen demorar más tiempo que otros para desarrollarse normalmente. El problema radica cuando este tiempo se extiende más allá de los parámetros normales. Digamos, si un niño de 3 años aún no ha podido articular sílabas ni palabras, hay razones para preocuparse.

Según Julia Rado, especialista del Instituto Nacional de Rehabilitación del , es necesario que los padres lleven a sus hijos para que evalúen el progreso de su desarrollo.

Por ejemplo, Rado menciona que, a partir de los seis meses, el niño ya debería mantener contacto visual y sonreír; y, al año, ya debería señalar objetos. Los padres deben estar atentos a estos detalles.

La especialista considera que la evaluación resulta fundamental ya que estos detalles, a veces considerados o vistos como simples atrasos (hay padres que dicen "sí, se está demorando, pero ya aprenderá"), pueden ser signos de condiciones más complejas como el autismo, por ejemplo.

Ojo, no significa que todo niño con problemas como los descritos tenga necesariamente alguna condición terrible, pero sí resulta conveniente realizar el diagnóstico. De esta forma se podrán tomar las medidas más apropiadas para tratar al niño y, así, proveerle de las herramientas para que tenga una óptima calidad de vida.