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Episodio 6#

Por: Álvaro Valdivia

Los problemas de suelen presentarse en diferentes dimensiones de la vida de las personas, las más evidentes suelen ser las formas de pensar (dimensión cognitiva), las de sentir (dimensión emocional) y las de actuar (dimensión conductual).

Hoy, deseo focalizarme en un primer auxilio psicológico que puedes utilizar para ayudar a alguien que está sufriendo, y, por supuesto, para ti mismo/a también, ya que muchas veces nos olvidamos de ser amables, compasivos y empáticos con nuestro propio mundo interno; más aún, la vida suele colocarnos es la difícil situación de sentir que nuestras emociones no son comprendidas por las personas cercanas a nosotros, y ello suele ser doloroso; no obstante, tú si puedes entenderte.

Me focalizaré en la dimensión emocional, para ello, es importante que sepas lo siguiente:

1. Las emociones (todas) son naturales. No existen emociones “buenas” y “malas”, esa es una categoría desfasada que aún se utiliza muchísimo hoy en día. El mayor problema con esto es que la sociedad suele forzar a que siempre estemos bien; parece que la alegría y el buen ánimo son algo aceptado, pero decir que nos sentimos mal, no lo es. ¿Por qué? Sentirse mal es natural, sentirse bien es natural; nuestras emociones son reacciones absolutamente normales que nos permiten expresar lo que sentimos.

2. Las emociones nunca deben (ni pueden) evitarse, más, bien, podemos aprender a regularlas. Sentirse mal es completamente natural y tenemos derecho a sentirlo, no obstante, también tenemos el deber de estabilizarlo si es algo muy intenso que nos hace sufrir demasiado; al igual que un exceso de alegría puede también distraernos de cosas importantes o no empatizar con quienes sufren.

3. Desecha todas las ideas “new age” o “modernas” acerca de “cómo estar siempre feliz” o “cómo no juntarse con personas depresivas”. El mundo real no es así, y lo que debemos hacer es aceptar nuestro mundo emocional (mientras tratamos de estabilizarlo), pues tratar de evitarlo sólo hará que sintamos con más intensidad.

Entonces, ¿qué significa validar una emoción y cómo se puede hacer esto con alguien que lo necesite? Validar implica no juzgar las emociones, normalizándolas siempre con empatía. Frases como: “lamento mucho que te sientas así”, “gracias por compartir conmigo lo que sientes, te escucho”, “es normal que te sientas así por lo que ha sucedido”, “entiendo que esto es algo difícil para ti”, pueden ser de mucha utilidad.

Si conoces a alguien que necesite escuchar algo así, por favor, díselo y luego anímalo/a a que pueda encontrar formas de regularse un poco, ya que si las emociones son muy intensas pueden llevarnos a ideas o comportamientos que podrían ir incluso en contra de nuestra propia integridad y eso sí debe evitarse.

Él le dijo: lamento mucho que te sientas mal, seguramente yo estaría igual que tú si me hubiese pasado lo mismo, además, entiendo que tu forma de sentir te hacía difícil pensar calmadamente y por eso hiciste algunas cosas de las que, luego, te arrepentiste. Lo siento mucho, pero quiero que sepas que deseo ayudarte ahora, ¿qué te parece si hacemos algo para que puedas regular un poco tu forma de sentir y eso te ayude a no exponerte a situaciones de riesgo?

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