Puede ser utilizado para intensificar una noche de placer o como juego previo, lo cierto es que morder o ser mordido suele ser una experiencia excitante de dolor y placer para algunas parejas.
El mordisco se considera como una técnica erótica cuyo nivel de intensidad depende de la pareja y de la intensidad de placer que esta quiere sentir. El libro de técnicas amatorias conocido como Kama Sutra detalla los tipos de mordidas que se pueden dar para que el sexo sea más placentero.
Esta técnica de placer sexual puede convertirse en una parafilía, es decir un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer solo se encuentra en objetos, situaciones o actividades atípicas.
Las personas que solo se excitan mordiendo o siendo mordidas sufren de odaxelgania, que también es considerado una forma leve de sadismo.
El investigador estadounidense y especialista en sexualidad, Alfred Charles Kinsey, realizó un estudio a 1,000 personas y concluyó que cerca de la mitad de los encuestados había experimentado excitación sexual al morder a su pareja.
Los mordiscos practicados en las zonas erógenas como el glande, el tronco del pene, los testículos, el clítoris, los labios y los pezone, pueden convertir una noche típica en una noche de nuevas experiencias, según detalla el libro Ananga Ranga.
Consultamos sobre este tema a la psicóloga y especialista en trauma Yenny Lloret de Fernández, del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima, y nos explicó lo siguiente.
"Todas las cosas cuando se presentan en un grado excesivo son una perversión. Esto se da cuando sí o sí ese elemento o práctica debe estar presente en el acto sexual. Lo mismo pasa con miles de parafilias", indicó.
Ocho pasos para hacer de tu noche íntima más ardiente (Segunda parte)https://t.co/1KMBqyIlSh pic.twitter.com/s8ZaqQhRQd— Diario Perú21 (@peru21noticias) 24 de mayo de 2017