La actriz porno Moana Pozzi tiene una fama tan grande que Disney tuvo que renombrar a su nueva cinta.
La actriz porno Moana Pozzi tiene una fama tan grande que Disney tuvo que renombrar a su nueva cinta.

Redacción PERÚ21

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La noticia sorprendía a todo el mundo hace solo unas semanas: Disney lanzaba Moana, un nuevo filme familiar de dibujos animados protagonizado por una aguerrida muchacha de la Polinesia, la primera heroína de la productora que prescinde de interés amoroso en toda su aventura. La cinta está cosechando un espectacular éxito internacional, como era de prever, pero lo más interesante de su avalancha promocional es que la película se ha estrenado en Italia con un título diferente: Oceania. ¿La razón? El nombre Moana se identifica allí con un mito del cine porno, una actriz fallecida en 1994 cuya leyenda sigue más viva que nunca entre adolescentes y abuelas.

Los años 80 y 90 resultaron muy fructíferos en el terreno del cine para adultos italiano, porque el sexo se convirtió en un arma revolucionaria. Sus estrellas eran tan famosas y respetadas, sí, como las de Hollywood. Fue la época dorada de mitos como Cicciolina, Rocco Siffredi o Selen, que trascendían el gueto X y ejercían influencia en la vida pública, cultural y política del país: la primera, por ejemplo, se convirtió en miembro del Parlamento en 1987. Gracias a Lasse Braun, el pionero que descubrió que las sociedades aceptan todos los tabús si estos se comercializan bien, surgieron los primeros nombres legendarios del porno italiano: Moana Pozzi fue el más brillante y trágico de todos.

Clásicos del porno

Lo más gracioso del asunto es que los padres de Moana escogieron ese nombre para su hija al verlo escrito en un mapa de Hawai. A los 19 años ya era una chica independiente de Roma y a los 20 protagonizó su primer filme explícitamente sexual, lo que causó cierta conmoción, porque paralelamente colaboraba en un programa de TV infantil.

A mediados de los 80 se produjo su lanzamiento definitivo al estrellato hardcore, convirtiéndose en una cara muy familiar también a través de la TV, lo que disparó asimismo su caché. Según Mario Salieri, uno de los más importantes directores y productores de la época, "en 1988 le pagué 100 millones de liras por una película. Ella era la excepción, la estrella del porno italiano mejor pagada de la historia".

En los 90, Moana empezó a participar en el debate público de su país: junto a Cicciolina, cofundó el Partido del Amor, cuyo programa proponía la legalización de los prostíbulos, una educación sexual adecuada en las aulas y la creación de "parques amorosos". De familia bien y un nivel intelectual alto, Moana era una lectora cultivada que se identificaba con los ideales libertarios de la izquierda: de hecho, también se presentó candidata a la alcaldía de Roma, recibiendo un 1% de los votos totales.

La evita italiana

En 1991, su libro La filosofia di Moana ofrecía un listado de todos los famosos con los que se había acostado, puntuados según sus habilidades amatorias: sus amantes incluían a los actores Robert de Niro, Harvey Keitel y Roberto Benigni o a los deportistas Falcao, Pietrangeli y Tardelli. Se rumorea que también fue compañera de sábanas de Dino Risi, Federico Fellini y Bettino Craxi.

Por desgracia, un cáncer de hígado se la llevó inesperadamente cuando solo contaba 33 años. Como siempre, hay quien dice que intereses ocultos en el poder decidieron quitarla de en medio…

En todo caso, con la muerte de Moana, el cine pornográfico italiano entró en su declive y hoy es solo una industria más, con actores y actrices más o menos populares, pero que nunca alcanzarán el estatus de las celebridades de antaño.

Miedo a la confusión

Por eso, aun ya fallecida, debido a la popularidad vigente de Moana Pozzi, la compañía Disney no ha dudado en cambiar el título de su nueva película. Según las declaraciones de un experto en marketing a la revista especializada Variety, el motivo principal es que "si tecleas Moana en Google en Italia, te arriesgas a que te aparezcan videos porno. Y resulta muy caro y un derroche de dinero tratar de cambiar eso".

Es una pequeña victoria de la cultura local contra la cultura de la globalización.

DATOS

  • Moana Pozzi fue protagonista de sus propios dibujos animados: el cortometraje Moanaland, en el que Moana desvela la corrupción política. Hoy sería buen momento para reestrenarlo.
  • Otras italianas X míticas: Cicciolina, que quiso acabar con la guerra del Golfo acostándose con Saddam Hussein; y Selen, quien protagonizó su propia revista de cómics en la década de los 90.
  • La vida de Moana Pozzi fue llevada a la pantalla numerosas veces… pero nunca por Disney. La controvertida Guardami de Davide Ferrario se estrenó en el Festival de Venecia en 1999.

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