Tenga paciencia, recupere el ritmo y pierda el miedo. (USI)
Tenga paciencia, recupere el ritmo y pierda el miedo. (USI)

Redacción PERÚ21

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Estar lejos de una actividad que uno conoce bien tiene consecuencias. Les ocurre a los futbolistas: por más talentosos que sean, ausentarse de las canchas –por una lesión, digamos, o una suspensión– tiende a mermar su desempeño. Cuando vuelven, no suelen ser los mismos. Sin embargo, retomar la costumbre y sentirse cómodos es cuestión de tiempo.

Igual ocurre en el sexo. Hay personas que dejan de tener por un largo periodo, lo cual suele ocasionar, con justa razón, un poco de ansiedad. "Después de terminar con mi enamorada, estuve año y medio sin intimidad", confiesa Christian (32).

"Mis amigos me decían que saque un clavo con otro clavo, pero, sinceramente, no tenía ganas. No me sentía listo para estar con otra mujer. Mi relación duró seis años, así que fue difícil para mí. Hasta que me volví a enamorar", agrega.

"Tras mi divorcio no quería estar con otra persona", cuenta Karla (42). "Después de estar diez años con un solo hombre, es obvio que tener intimidad con otro te va a costar. Te sientes insegura y todo se vuelve un círculo vicioso: cuanto más tiempo pasa, más difícil. Pierdes el ritmo y eso te da más miedo todavía".

FUERZA MAYORLo cierto es que los motivos que originan una para no son solo psicológicos. "Me dio hepatitis", afirma Patricia (28). "Estuve meses sin poder tener sexo con mi novio. El consejo médico fue guardar reposo y evitar esfuerzos físicos. En mi caso, me recuperé en seis meses. Ese hecho fue tan fuerte para mí que se me fueron las ganas de tener relaciones. Retomamos nuestra intimidad después de un año".

"Me sentía inútil", dice Nilton (48). "Después de que el doctor me diagnosticó , creí que mi vida sexual había llegado a su fin. Qué vergüenza estar en la cama con una mujer y no poder tener una erección, ¿no? Estuve siete u ocho meses sin tener sexo, hasta que mi especialista me sugirió consumir . Mi pareja de ese entonces fue comprensiva y supo esperarme hasta agarrar confianza. Admito que temía fracasar".

SALIR ADELANTECuesta volver a las canchas. No solo se trata de recuperar el ritmo de antes, sino también de vencer el miedo. Es por ello que resulta importante la labor de la pareja: su cariño y comprensión son claves para facilitar el proceso que implica volver a tener . En vez de ser un juez, el ser amado debería mostrar paciencia y buen ánimo. Llegar a este punto, ojo, implica dialogar y, sobre todo, confiar.

El ejercicio es un factor que estimula la autoestima. Sentirse bien con uno mismo, física y psicológicamente, hace que la persona se sienta más confiada a la hora de retomar la actividad sexual.