Gato. (Foto: Pixabay)
Gato. (Foto: Pixabay)

Aunque los varíen en cuanto a personalidad, hay una actividad que todos hacen en especial es al actor de amasar. Amasan desde sábanas hasta el cuerpo de sus dueños.

Parecido al acto de un panadero moldeando el pan, los gatos estiran sus patas y las extienden y contraen, aunque este acto poco tiene que ver con la comida. Para ellos, es un gesto afectivo. Aunque si no se controla también puede llegar a ser un tic.

Razones científicas de por qué un gato amasa

Según un artículo para por Susan Hazel y Julia Henning, profesora y candidata a doctorado de veterinaria en la Universidad de Adelaida, este gesto comienza cuando son cachorros. Los gatitos amasan a sus madres por dos razones distintas.

La primera razón sería para la liberación de oxitocina. Esta hormona ayuda a que se fomente el vínculo cariñoso entre madres e hijos (ya que secreta también en humanos). Además de eso, en los gatos se estimula la producción de leche.

MIRA: Maneras para hacer que tu gato sea más cariñoso

Otro elemento a tomar en cuenta es que los gatos, tanto machos como hembras, poseen en las almohadillas de sus patas glándulas que liberan durante el amasado feromonas que ayudan a fomentar el vínculo con sus madres. Las hembras además poseen cerca de las mamas otras glándulas que liberan feromonas relacionadas con el amor. De esa manera el vínculo se tiende a volver recíproco.

Pero esta actividad les beneficia no solo de gatitos, sino también les sirve en la adultez. Las feromonas les pueden ayudar a comunicarse con otros gatos, e incluso con los humanos. Por ello que las científicas, en su artículo de The Conversation, imploran que las personas con gatos no regañen a sus mininos si se les da por amasar sus piernas, ya que para ellos es una manera de mostrar su amor. Aunque moleste, hay maneras de cubrir el cuerpo; además de que se puede adiestrar al gato para que tenga mejor conducta.

(Foto:Unsplash)
(Foto:Unsplash)

El único caso en donde el acto de amasar se consideraría dañino es si ya actúan de manera obsesiva, que en lugar de amasar sus camas o las piernas de sus dueños amasan ya de manera violenta. Solo ahí sería requerido la visita al veterinario.

VIDEO RECOMENDADO

Ricardo Uceda de Ipys sobre 'ley mordaza'