Nicolás, un aguerrido perrito de 12 años, se salvó en Japón. En la foto, junto a su veterinario, el peruano Juan Diego Asencios,
Nicolás, un aguerrido perrito de 12 años, se salvó en Japón. En la foto, junto a su veterinario, el peruano Juan Diego Asencios,

La esperanza nunca se perdió. Y hoy Nicolás, de 12 años, está feliz con sus dueños tras una operación de alto riesgo en Japón, hasta donde llegó en busca de una salida para su gastado corazón. La historia de Nicolás es un relato de amor, y de la unión exitosa de un grupo de , entre ellos el doctor peruano Juan Diego Asencios.

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La familia de Nicolás no se rindió. Nunca lo hizo. En el 2019, el perrito es internado de emergencia al presentar serias dificultades para respirar. Luego de someterse a muchos exámenes las malas noticias llegaron. Le diagnosticaron un problema cardiaco degenerativo en el tiempo, llamado enfermedad mixomatosa valvular mitral, una condición bastante frecuente en razas de talla pequeña.

Salvar a Nicolás fue un reto que se logró con amor y manos expertas.

“Estabilizarlo fue un reto ya que tenía los pulmones llenos de líquido (edema pulmonar) y se ahogaba. Las áreas de medicina interna y cardiología controlaron la situación, pero su enfermedad era progresiva y podía perder la vida. Así que se decidió buscar una solución diferente”, recuerda el cardiólogo veterinario Juan Diego Asencios (de ). Sabía que el tiempo estaba en su contra. ¿Cómo salvarlo?

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El cardiólogo se sumó al equipo de trabajo la Dra. Viviana Tateishi, quien desde el punto de vista de medicina interna asumió la responsabilidad de afrontar todas las complicaciones no cardiacas de Nicolas.

“Nico tiene una insuficiencia mitral. Un problema cardiaco que tradicionalmente se maneja con medicinas, pero la única solución real era operar su corazón. Hasta ese entonces, ningún paciente de nuestra región se había sometido a este procedimiento que se realizaba sólo en Japón. Nosotros hemos trabajado mucho para que Nicolás sea el primero, ya que existían muchos retos para hacer esto posible", relata Juan Diego. Tras ponerse en contacto con su colega argentino Alejando Graziano, la esperanza se hizo más fuerte.

Suma de esfuerzos en Japón.
Suma de esfuerzos en Japón.

“Nosotros a través del Grupo Vita (equipo de cardiólogos de Buenos Aires) colaboramos en la interpretación de los resultados obtenidos en cada estudio periódico realizado en Lima antes de la cirugía. Para diseñar en conjunto la mejor terapia que nos permitiera mantener estable a Nicolás hasta su cirugía”, acota Graziano.

En diciembre del año pasado, este pequeño luchador junto a su médico y familia, voló más de 15 mil kilómetros, durante dos días para llegar a Japón.

NICOLÁS VUELVE A JUGAR

El equipo de médico de la clínica cardiológica JASMINE en Tokio recibió a Nicolás y verificó su buen estado, hasta que finalmente llegó el día de la cirugía. Su corazón es detenido y conectado a una máquina que oxigena y bombea su sangre artificialmente. Posteriormente, el doctor Masami Uechi, un referente mundial en cirugía cardiovascular veterinaria, trabajó con precisión, reparando la válvula afectada del pequeño.

El equipo de médico de la clínica cardiológica JASMINE en Tokio recibió a Nicolás.
El equipo de médico de la clínica cardiológica JASMINE en Tokio recibió a Nicolás.

Tres horas duró la cirugía, tres horas interminables para su familia. Todo salió bien. En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Nicolás se recuperaba. Tras 20 días lejos de Perú, fue dado de alta y regresó a su adorada Lima, con la familia.

“Casos como el de Nicolas nos recuerdan todo lo que amamos en Perú a nuestras mascotas y que, a pesar de nuestras dificultades, hacemos todo lo posible por mantenerlas sanas y felices a nuestro lado”, reflexiona el doctor Juan Diego. Y no exagera.

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