Hace unos meses, la historia de un débil y enfermo perrito que fue salvado de morir cerca a una de las sedes de los Panamericanos, en La Molina, conmovía a todos los participantes de Lima 2019. ‘Milko’, fue el nombre que recibió el pequeño can, y se lo puso su dueña: Caroline Archambault, integrante de la delegación canadiense de equitación, quien evitó que el perro pierda la vida.
Desde ese momento, la joven, que es una activa defensora de los derechos de los animales, decidió que ‘Milko’, bautizado así en honor a la mascota de Lima 2019, se iría a vivir con ella a su rancho en Montreal, en donde, junto a su novio, alberga a su perro, su gato y a sus seis caballos.
Ha pasado más de un mes de aquel suceso y hoy Milko ya disfruta de su nueva vida en Canadá. Aquella imagen del perrito sucio y desnutrido ha quedado en el pasado. Ahora, el can luce limpio, con un pelaje brilloso, bien alimentado y, sobre todo, goza de lo que todas las mascotas callejeras deberían encontrar: una familia.
UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD
Dos perritos callejeros que rondaban la Villa Panamericana, ubicada en Villa El Salvador, y otro can abandonado en aguas calientes lograron tener la misma suerte que tuvo Milko. Los tres fueron adoptados por integrantes de la delegación de Estados Unidos.
‘Cusco’, es uno de los dos canes de la Villa Panamericana, fue adoptado por el entrenador del equipo de hockey femenino, quien radica en Filadelfia. Por otro lado, 'Coco’ se fue a Denver junto a la nutricionista Stephanie Miezin del equipo del citado país.
En el caso de ‘Oro’, rescatado en Aguas Calientes, Cusco, se fue junto a la campeona de esgrima: Mónica Aksamit a Nueva York. Durante los Parapanamericanos un can llamado ‘Chato’ también logró se adoptado por el paraateleta de tenis de mesa: Steven Dunn, con quien se fue a Nueva Escocia.