Redacción PERÚ21

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A nos llevaron tres razones: visitar Gustu, probar sus platos y conocer a la danesa Kamilla Seidler, su cocinera. Alcanzamos nuestras metas. Gustu no solo es un restaurante, es un proyecto entrañable que busca transformar un país desde la cocina.

Creado por Claus Meyer –el danés que, junto con René Redzepi, abrió Noma, considerado el mejor restaurante del mundo–, es el rostro visible de Melting Pot, una organización que, además de capacitar en el mismo Gustu a jóvenes cocineros y camareros, impulsa escuelas de cocina en El Alto (se llaman Manq'a; la primera abrió en junio y, en principio, serán 14), ha creado un centro de investigaciones gastronómicas (Laboratorio de Alimentos Bolivianos) y promueve el estudio y consumo estacional de los productos locales.

Es decir, en Gustu (que en quechua significa 'sabor') solo se usan ingredientes bolivianos, incluyendo los vinos y las cervezas. Y, créanos, de lo probado últimamente en varias partes del mundo es lo que más nos ha sorprendido.

El viaje a Bolivia valió la pena. Ah, Seidler participará en . Conózcala.