(Renzo Salazar)
(Renzo Salazar)

Concentrado en el tostado del , Gino Kanashiro explica a los clientes el origen. No es solo café. Hay una finca, una tierra, una provincia, un productor o caficultura, unas manos. Gino lleva una taza de café a la mesa, y cuenta la historia de manera minuciosa como quizá ordena las figuras de Star Wars que están en sus tres cafeterías de Lima, y que tanto le fascinan.

A los 38 años, este hombre que desde niño tomaba café antes de ir a la escuela va más allá del negocio. Está comprometido con la cultura cafetalera en el Perú.“En 2018, nuestra mayor preocupación como tostaduría fue el bajo precio del café peruano. Lamentablemente, he visto asociaciones o cooperativas con demasiado café almacenado, café que no han logrado vender. Nuestros propios productores nos han estado ofreciendo repetidamente sus cafés con tal de poder venderlos. Hemos tomado conciencia de esto y les seguimos ofreciendo un buen precio”, sostiene Kanashiro, el dueño de Origen Tostadores de Café, que ya tiene tres locales, en Surquillo, Pueblo Libre y Magdalena.

Este año es clave para el café peruano. Y el 2018 ha sido relativamente bueno. Como dice Kanashiro, se percibe cierta estabilidad. Ya no se centran en Miraflores y San Isidro. Hoy, los emprendedores cafeteros están mirando diversos distritos, incluso la periferia como San Juan de Miraflores o San Juan de Lurigancho. “Es importante que las cafeterías sean responsables con sus productores”, insiste este barista de profesión.

Conoce las fincas, a sus productores, y una vez al año viaja con su equipo de baristas a las zonas cafetaleras para que comprendan por qué es importante amar el café con el corazón completo.

Origen Tostadores de Café abrió en 2018 su tercer y más amplio local en Magdalena. “Hay buen café en todas partes”, dice, mientras hablamos del ganador de la Taza de Excelencia 2018 (Cusco). En 2017 fue Cajamarca, y lo que hoy vemos es que productores de diversas zonas están esforzándose para entregar un café de primera.

La fórmula de su éxito es simple, esforzada y la comparte: estar en el local cada día, mantener el entrenamiento del equipo, formar gente y ofrecer el mismo profesionalismo en todos los espacios.

Trabajan con cuatro cafés de origen: Cusco, Villa Rica, San Martín y Amazonas. A veces te sorprenden con Cajamarca, y no faltan algunas actividades como catas de diversos países, y acciones para seguir disfrutando de bebidas alrededor del café.

“Para mí el café es todo, es mi vida. El otro día me puse a pensar qué estaría haciendo si no me dedicara al café y me quedé en blanco, lo cual demuestra lo importante que es para mí. Desde pequeño siempre tomaba café en casa. Antes de ir a la escuela, incluso. Era un café instantáneo. Para mí es inolvidable ver a mi papá con el periódico, su cigarro y una taza de café al lado”, recuerda.

El aroma del café te envuelve, así como la buena charla. Pero es la pasión de Gino y sus amplios conocimientos sobre el tema lo que más inspira. El mejor elogio para este hombre sencillo y amable tal vez sea de pronto una frase breve: “Buenazo tu café”.

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