No llevarse bien con los amigos o familiares de la pareja es un factor que desencadenaría conflictos. (Perú21)
No llevarse bien con los amigos o familiares de la pareja es un factor que desencadenaría conflictos. (Perú21)

Redacción PERÚ21

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"Mis amigos dicen que mi enamorada no les cae bien", confiesa Rodolfo (29). "Ella y yo tenemos diez meses juntos, pero en todo este tiempo no he conseguido que ella se integre a mi grupo. Para mis amigos, ella es arrogante y no tiene sentido del humor", agrega.

"En mi caso, mi madre jamás ha aceptado a mi esposo", cuenta Kathy (39). "Tenemos cinco años de casados y ella nunca ha conversado con él de manera cordial. Es más, suele hacer comentarios sarcásticos y mandarle indirectas muy ofensivas cuando mi esposo está presente".

"Mi mejor amigo dice que debo terminar con mi enamorado", dice Cristina (32). "Mi amigo es gay y, según él, mi enamorado también lo es. La verdad es que no le cae".

"Me he distanciado de todos: de mis padres, mis hermanos, mis amigos, todo porque no aceptan a mi pareja. Argumentan que es de otra clase social", cuenta Rafael (31).

"Es absurdo, discriminatorio, inadmisible en estos tiempos. Que se basen en un criterio tan frívolo como la posición social me parece nefasto", agregó.

CAMINO ACCIDENTADOLas historias difíciles de amor abundan en diversas expresiones culturales. En la literatura, por ejemplo, , la pareja de ficción más conocida de todos los tiempos, representan más un retrato de las trabas para el amor que la belleza de un romance.

Los jóvenes italianos, según el británico , se convierten en víctimas del odio absurdo de dos familias enemigas, los Capuleto y los Montesco: mueren porque el amor que ellos se tienen no puede ser.

Este drama del siglo XVI es muy potente, a tal punto que seguimos recordándolo como referente a la hora de mencionar casos en los que el entorno se entromete en una relación.

¿Qué hacer en casos como estos? Lo ideal es escuchar a ambos lados, entender las razones del desencuentro. Muchas veces, es simplemente una falta de química o, tal vez, una visión afectada por los prejuicios.

"Mira, soy descendiente de judíos y me enamoré de un descendiente de palestinos. Ya te imaginarás la reacción de mis padres cuando les conté la noticia", cuenta Rebeca (28).

"Se molestaron porque, primero, la colonia judía es muy cerrada. Segundo, por el origen de mi enamorado. Mis papás eran muy prejuiciosos al principio, pero, cuando lo conocieron, se dieron cuenta de que habían cometido un error. Desde entonces, se llevan muy bien", agrega.

Sin embargo, en no pocas ocasiones, el entorno cercano puede tener razón sobre la pareja de una persona.

"Mi hermana y mis amigos me decían que mi enamorada no era confiable, que tenía un no sé qué. Nunca les hice caso. Al final, ella me sacó la vuelta. 'Te lo dije' es algo que escucho de mi hermana hasta ahora", cuenta José Antonio (27). Para tomar en cuenta.

No llevarse bien con los amigos o familiares de la pareja es un factor que, tarde o temprano, podría ser motivo de conflictos o, incluso, causar el fin de la relación. El diálogo es clave para evitar complicaciones.