Mi hijo quiere un tatuaje. (Difusión)
Mi hijo quiere un tatuaje. (Difusión)

Redacción PERÚ21

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Los tatuajes son cada vez más frecuentes en los jóvenes. Las celebridades, habituales 'role modelos' de los adolescentes, son los primeros en difundir esta moda. Personajes como Paolo Guerrero, Leslie Shaw o Rihanna lucen orondos sus pieles tatuadas. Y los jóvenes quieren imitarlos.

La colisión llega cuando anuncian la noticia a sus padres: "papá, mamá, me quiero poner un tatuaje". Mirtha Orrillo, psicóloga de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, aconseja a los padres no reaccionar con una negación. "Decirle que no es lo peor que se puede hacer. La prohibición, paradójicamente, hace que los chicos deseen con más ganas lo que piden", explica.

Orillo propone el diálogo. La persuasión, en estos casos, resulta vital para llegar a mejores resultados. Hay que recordar que los adolescentes están en una edad que, usualmente, actúan por impulso. Tatuarse es una forma de hacerse notar, de marcar un hito y anunciar que ya son mayores. "Es por ello que los padres deben conversar con ellos y darles a conocer las consecuencias de ponerse un tatuaje. No solo el hecho que es para toda la vida, sino los riesgos de salud que conlleva, así como otros aspectos", apunta la especialista.