(Jessica Vicente)
(Jessica Vicente)

Redacción PERÚ21

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Flavio Solórzano culmina el 2018 reflexionando sobre lo bueno de este año y no oculta cierta pena por la ausencia de Mistura, pero espera que para 2019 esto cambie. Se siente motivado por el hecho de que cada vez más jóvenes se animen a estudiar Gastronomía, pues siempre se necesita un chef peruano hasta en los lugares más recónditos, por eso “hay que formarlos”.

Pero remarca que no es solo mostrar un plato bonito. Es una carrera sacrificada.

Solórzano, jefe de la Escuela de Alta Cocina de Columbia, cree que el trabajo de la Sunedu con las licencias de escuelas y universidades ayudará a que se mejore la calidad educativa. Sabe que hay un saldo pendiente de la cocina peruana, en provincias especialmente, donde se debe respetar la comida de la calle. Sin duda alguna, el gran reto es ingresar al mercado asiático, que cuenta con un público muy complicado.

Como buen limeño, Solórzano —dueño de El Señorío del Sulco— considera la carapulcra como uno de los platos más complejos que tiene el Perú.

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