Desde que se crearon los USB, el sistema operativo Windows de Microsoft se ha asegurado de recordar al usuario la necesidad de "expulsar el hardware con seguridad".
La compañía tecnológica multinacional imponía un protocolo de desconexión para extraer un USB, sin el riesgo de perder datos en el proceso.
Sin embargo, a partir de una reciente actualización de Windows 10, Microsoft ya no obliga a seguir este protocolo de seguridad: los USB se pueden desconectar del ordenador directamente.
Pese a que la nueva actualización te permite desconectar el USB directamente, esto era algo que se venía realizando por millones de usuarios por desconocimiento o pereza.
De esta forma, en cierto modo, Microsoft cede en lo que puede ser un ejemplo de la diferencia entre interfaz de usuario y experiencia de usuario, la diferencia entre lo que se supone que se debe hacer y lo que realmente se hace.