Jóvenes rusos encuentran en la altura un gusto poco común. No es novedad que a estos temerarios chicos les guste desafiar el peligro y, tal como ha sucedido en anteriores ocasiones, los planes casi siempre les han salido bien.
Pero como la buena suerte no siempre es una constante, algo podría salir mal en los desafiantes planes de estos muchachos. En esta ocasión ninguno caminó sobre un puente de gran altura, sino saltó desde 120 metros.
El joven se lanzó al vacío pero el paracaídas no se abrió, por lo que cayó directamente al suelo sin ninguna protección. El muchacho sobrevivió gracias a que la nieve ayudó a amortiguar la caída. De lo que no se salvó es de las fracturas a las vértebras, piernas y pelvis. Según informó Daily Mail, él volverá a caminar recién en tres meses.