Los egipcios asistieron este sábado a las urnas para la primera jornada de la segunda vuelta de las elecciones. Elegirán al primer presidente de la era post-Mubarak entre un islamista y una figura del antiguo régimen en un contexto de tormenta política tras la disolución del Parlamento electo.
Enormes colas se formaron en El Cairo ante algunos despachos electorales antes de la apertura. La votación, que dura dos días, se amplió en una hora el sábado, hasta las 9 p.m. (hora local), para aumentar la participación.
Unos 50 millones de electores están convocados a las urnas para elegir entre el candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi, y el ex militar Ahmed Shafiq, último primer ministro de Hosni Mubarak, derrocado por una revuelta popular en febrero de 2011. Los resultados oficiales serán anunciados el 21 de junio.
Estos comicios dividieron al país entre los que temen un regreso del antiguo régimen si Shafiq es electo, y los que se oponen a la intromisión de la religión en la vida política, en el caso de una victoria de los Hermanos Musulmanes.
Unos 150 mil militares, así como numerosos policías, fueron desplegados para garantizar la seguridad de las oficinas electorales. Las autoridades declararon festivos el sábado y el domingo para incitar a la población a ir a votar.
Parlamento disuelto
La elección se desarrolla en un ambiente de incertidumbre política, ya que los poderes del futuro presidente todavía no han sido enteramente definidos.
Pero sobre todo pesan dudas sobre las intenciones del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que ostenta actualmente el poder y es sospechoso de apoyar a Shafiq y de querer mantener un papel clave en el escenario político pese a haber prometido ceder el espacio al futuro presidente.
Sus detractores lo acusan además de estar detrás de la decisión de la Corte Constitucional, anunciada el jueves, de invalidar, por un vicio de forma de las leyes electorales, los resultados de las legislativas ganadas por los Hermanos Musulmanes en enero.
La disolución del Parlamento fue confirmada este sábado por el jefe del CSFA, el mariscal Husein Tantaui, que lo comunicó oficialmente a los diputados e informó que él consideraba el Parlamento "disuelto desde el viernes".
El partido de los Hermanos Musulmanes rechazó esta decisión y pidió la realización de un referendo "libre y transparente" sobre el tema.
La Corte Constitucional permitió también a Shafiq mantener su candidatura al invalidar una ley que prohíbe a las personalidades del antiguo régimen de presentarse en las elecciones.
DATO
Mursi llegó a la cabeza en la primera vuelta, en mayo, con 24.7% de los votos, y Shafiq tuvo 23.6%.
Mubarak, de 84 años, sufre problemas de salud y se encuentra en el ala médica de la cárcel de Tora, en el sur de El Cairo. Fue condenado el 2 de junio a cadena perpetua por su papel en la represión de la revuelta de 2011.