Redacción PERÚ21

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Este martes Berlín vio apagarse uno de los símbolos bohemios y alternativos de la ciudad. La casa fue desalojada de forma pacífica después de años de disputas judiciales.

Los cerca de 40 artistas que aún vivían en el centro situado en el barrio de entregaron las llaves a los agentes encargados del desalojo sin ofrecer resistencia. "Renunciamos a la violencia", explicó la portavoz Linda Cerna, según informó la agencia de noticias DPA.

Los últimos minutos del legendario Tacheles tuvieron aires coreográficos. Los artistas desalojados quedaron sentados en silencio entre sus pertenencias repartidas en la acera. Uno acompañó la escena tocando blues con un saxofón.

Fue el desenlace para una larga disputa sobre el uso del centro y un nuevo paso en el progresivo aburguesamiento de la capital alemana.

Tras la caída del Muro en 1989, las ruinas del enorme edificio de acero y cemento situadas en el antiguo Berlín oriental fueron ocupadas por artistas que impidieron su demolición y las convirtieron en símbolo del ímpetu creativo y desenfadado del Berlín reunificado.

El HSH Nordbank, principal acreedor, venderá ahora el terreno – sin artistas ni obras dentro – a un nuevo inversor.

"Esto es robo de arte bajo protección policial", acusó hoy el artista conceptual Martin Reiter mientras una decena de policías vestidos con chalecos antibalas ingresaban en el edificio.

La portavoz Cerna precisó a DPA que algunos artistas prevén crear un "Tacheles en el exilio" en el barrio de Neukölln, otro de los núcleos del movimiento contracultural berlinés. Posibilidad que también se deslizó en la página , donde expresan que están "buscando un nuevo comienzo en otro lugar".

El ministro de Cultura de Berlín, el socialdemócrata André Schmitz, abrió una ventana de esperanza al asegurar que los registros de propiedad del edificio establecen que el nuevo proyecto debe tener fines culturales.

En cuanto haya un nuevo propietario, los administradores se encargarán de hacer cumplir ese punto, aseguró. Hasta entonces, el Tacheles esperará con las puertas cerradas en el corazón del antiguo Berlín oriental.