Artilleros del gobierno cañonearon un pueblo agrícola antes de que irrumpieran matones que dejaron veintenas de muertos, denunciaron activistas de oposición en , en lo que dicen podría ser uno de los peores derramamientos de sangre en la rebelión contra el régimen de .

Las versiones algunas de las cuales sostienen que más de 200 personas murieron en la represión del jueves no pudieron ser verificadas inmediatamente, pero de confirmarse significarían la intensificación de la brutal ofensiva de las fuerzas sirias para aplastar la rebelión.

El jefe de la misión observadora de las Naciones Unidas culpó a las fuerzas del gobierno por haber atacado por aire y por tierra "en una continua violencia".

Pero no está claro lo que ocurrió en , en el centro de Siria, ni lo que provocó el ataque, ni tampoco si todas las víctimas son civiles. También es incierto por qué las fuerzas de Assad atacaron el pueblo aislado, informó la agencia de noticias AP.

Un grupo activista dijo que decenas de muertos eran combatientes insurgentes. Videos de aficionados mostraron 17 cadáveres. Los activistas locales no pudieron suministrar listas de nombres de las víctimas y dijeron que los estaban recabando.

Aunque no se pudieron confirmar las versiones de manera independiente, la violencia seguramente pondrá en tela de juicio la eficacia de los esfuerzos diplomáticos internacionales por solucionar la crisis. , el enviado internacional cuyo plan de paz para Siria ha sido ignorado en gran medida por todas las partes involucradas, se manifestó "conmocionado" por las versiones sobre el ataque.