Redacción PERÚ21

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decidió celebrar con un 'doodle' el nacimiento de María Reiche, la arqueóloga y matemática germano-peruana conocida como ‘La dama de la Pampa’, debido a que dedicó casi la mitad de su vida a estudiar y cuidar las enigmáticas .

Nació en la ciudad alemana de Dresde el 15 de mayo de 1903, hace 115 años. Estudió matemáticas, astronomía y geografía. Llegó al Perú en 1932 para educar a los hijos del cónsul alemán en la ciudad de Cusco.

En esa oportunidad, quedó impresionada por el esplendor y la belleza de los paisajes andinos. En 1936 retornó a su país y un año después, a fines de 1937, volvió a Perú.

Decidió establecer su hogar en Lima, donde ofreció sus servicios como profesora de gimnasia, alemán e inglés y traduciendo textos, antes de conseguir un puesto como restauradora de textiles precolombinos en el Museo Nacional de Perú.

En 1941, mientras trabajaba con el historiador Paul Kosok, Reiche conoció las Líneas de Nazca, los antiguos geoglifos que se encuentran en las pampas de Jumana, en el desierto de Nazca.

Con cinta métrica en mano, una brújula, una escoba, una pequeña escalera, una libreta y su mente matemática, María Reiche midió casi 50 figuras y mil de estas líneas e investigó su orientación astronómica.

Pudo descubrir que muchas de ellas guardan relación con el solsticio de verano y elaboró teorías sobre el significado de las figuras como calendario astronómico. Llegó a la conclusión de que estaban destinadas a fijar los ciclos y los cambios climáticos en las sociedades agrarias de la civilización nazca.

“Tengo definida mi vida hasta el último minuto. El tiempo será poco para estudiar la maravilla que encierran las pampas de Nasca, y ahí moriré”, así definió María Reiche su existencia.

En 1992 el gobierno le concedio el título de ciudadana honoraria de Perú, oficializado con su nacionalización definitiva al año siguiente. En diciembre de 1994, gracias a sus esfuerzos y gestiones, la Unesco acordó otorgar a las líneas de Nazca la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

María Reiche falleció en Lima el 8 de junio de 1998, víctima de cáncer. Un mes antes, la Unesco la había condecorado con la medalla Machu Picchu. El gobierno peruano le otorgó póstumamente la orden al mérito por servicios distinguidos en el grado de gran cruz.