Redacción PERÚ21

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Suzy es una perra que se quedó ciega después del estrés que le causaron unos fuegos artificiales. A pesar de que el incidente ocurrió hace cuatro años, su caso ha visto la luz ahora que su dueña, Margaret Adams, de 85 años, lo ha dado a conocer y se ha sumado a una campaña para pedir que se revisen las normas sobre el uso de pirotécnicos. Su historia se ha vuelto en .

Adams, residente de la localidad escosesa de Kilmarnock, contó en declaraciones al medio local Metro que cuando empezó el espectáculo de fuegos artificiales su perra Suzy comenzó a “subirse por las paredes” y a “esconderse en rincones oscuros” de su casa.

Sin embargo, no fue hasta la siguiente mañana cuando vio lo que ocurrió con su querida mascota. “Sus ojos estaban diferentes, así que la llevé al veterinario. Pensé que se le había metido algo a los ojos. Tenía glaucoma en ambos ojos, no puede ver nada”, comentó.

Cuatro años después de lo ocurrido, Suzy sigue sufriendo las secuelas de lo sucedido. “No puedo calmarla. Tengo una camiseta antiansiedad para ella y suplementos del veterinario para tratar de mantenerla tranquila”, aseguró Adams a la radio local West FM.

“No quiero privar a otras personas de lo que les gusta hacer, pero desearía que lo hicieran dentro de un espacio de tiempo para que podamos estar preparados y los perros no se asusten. O cualquier persona, no solo los animales”, añadió la dueña de Suzy.

La perra fue un regalo de su hija tras la muerte de su esposo, por lo que desde el principio ha sido "una roca" para Margaret Adams. "Me dio apoyo en momentos terribles, era mi compañera. Todavía lo es, pero un modo diferente. Ahora la estoy cuidando yo más que ella a mí", explicó.

El caso de Suzy no es el único. Molly, un cachorro de terrier de solo 18 semanas de vida, falleció hace poco tras sufrir un ataque al corazón por culpa de unos fuegos artificiales en South Yorkshire, según ha denunciado su dueña, Susan Paterson, en un post que se ha vuelto viral en Facebook.