Redacción PERÚ21

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Esta historia podría ser el guion perfecto de una película de comedia, pero es la vida real y a través de se ha viralizado la anécdota de una pareja de recién casados que se emborracharon tanto en su luna de miel que terminaron comprando el hotel donde se habían hospedado.

Gina Lyons, de 33 años y su esposo Mark Lee, de 35 años, decidieron viajar a Sri Lanka y disfrutar de su luna de miel en un modesto hotel frente al mar, pero nunca creyeron que al final se convertiría en el negocio de sus vidas. La historia la contaron en Facebook

Los recién casados se hicieron amigos de algunos empleados del hotel, así que los primeros días de las vacaciones la pasaron muy bien y se divirtieron como nunca y ya casi por finalizar sus días de hospedaje, se pusieron a beber ron con uno de los camareros, quien les dijo que el contrato de arrendamiento del hotel estaba casi por terminar.

Luego de un par de botellas, la pareja decidió hacerse cargo del establecimiento y así que terminaron comprando la propiedad por 40,000 euros. En aquel momento, ellos no se acordaron que aún tenían que pagar la boda y que vivían en un pequeño departamento al sur de Londres.

Al día siguiente, ellos no se acordaban de nada y no podían creer que habían decidido hacer esa compra y que finalmente el precio del hotel sería de 50,000 euros, tras los impuestos y la remodelación de todo el local.

LLEGÓ LA SOBRIEDAD

Luego de superar el momento, la pareja conversó con tranquilidad y llegaron a la conclusión que sería una brillante idea ser dueños de un hotel y que podrían correr con todos los gastos.

Casi un año después de aquella idea, la pareja es la propietaria del hotel que ahora se llama Lucky Beach Tangalle. No ha sido una época fácil. Tras pagar los primeros 9.000 euros, Gina descubrió que estaba embarazada.

“Sentí que ya era una mala madre porque me sentía culpable por haber desperdiciado todo este dinero en la compra de un negocio que podría no funcionar. Incluso nuestros amigos y familiares piensan que somos idiotas y no deberíamos haberlo hecho. Les debíamos mucho dinero de la boda y solo vivíamos en un piso pequeño, y ahora teníamos un bebé en camino. Pero era hundirse o nadar, así que decidimos que tendríamos que hacerlo funcionar”, comentó a través de Facebook

Ahora el hotel es mucho más conocido gracias a la historia de sus nuevos dueños que compartieron su anécdota en Facebook y esto ha hecho que muchas personas reserven bungalós y mueren por probar el ron que fue el ingrediente perfecto para que tomen esta decisión.

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