Este sábado se supo a través de las redes sociales del caso de Marina Pando Medina, estudiante de pre grado de la Universidad ESAN, quien denunció a través de su Facebook que dicha casa de estudios no la dejó ingresar a clases porque fue con su hija en brazos.
"(Expliqué) que era una clase importante y tenía que ir, que mi profesor sí me permite ingresar con mi hija, y aún así, con mi hija entre los brazos, me dijeron que no", sostiene la alumna en dicha publicación.
Ante tal acusación, la universidad emitió hoy un comunicado —también a través de Facebook— en el cual señalan que, si bien se preocupan "siempre por brindarles todas las facilidades posibles", existen normativas dentro de la casa de estudios, las cuales son de conocimiento tanto de los estudiantes como de los profesores y personal administrativo, "que impiden que un menor de edad que acompaña a un adulto responsable accedan a los ambientes donde se lleven a cabo actividades académicas (clases, charlas, coloquios, conferencias, entre otros)".
"En la Universidad ESAN valoramos el empeño que realizan todos nuestros estudiantes por salir adelante, por esa razón nos preocupamos siempre de brindarles, así como a sus familiares, toda la seguridad dentro del campus universitario", agregan en el escrito.
Por tal motivo, la universidad explica que el personal que está a cargo de la seguridad en el campus "tiene el compromiso de cumplir de manera diligente las directivas estipuladas".
La ESAN sostiene en el comunicado que les "orgullece el esfuerzo de todas las jóvenes madres de familia que estudian en nuestra universidad", y que siempre se esfuerzan por brindarles todas las facilidades "dentro del marco normativo".