Una jugadora profesional de hockey en Canadá amamantó a su hijo en el vestuario de su club durante el entretiempo de un juego. El suceso habría pasado desapercibido si no fuese porque demostró que el deporte y la maternidad no tienen por qué estar alejados.
Serah Small pertenece a los Grovedale Vipers, uno de los equipos femenino de hockey más famosos en dicho país.
La deportista está acostumbrada a llevar a su hija a sus presentaciones. "Sentí que la leche me subía mientras estaba jugando y aproveché la media parte para bajar a alimentarla"", comentó.
En entrevista con la CNN, la jugadora manifestó que “no creía haber hecho nada diferente a millones de madres”. Ahora, estas imágenes se han convertido en un símbolo para la unión entre la maternidad y el deporte.
"Ser madre es absolutamente increíble. Estoy feliz de poder hacer algo que me encanta mientras sigo satisfaciendo las necesidades de mi bebé", finalizó.