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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

En 1990, Vilma Wong trabajaba como enfermera en el hospital para niños Lucile Packard de Palo Alto, , cuando tuvo que atender a un paciente especial: un bebe prematuro. 28 años después se reencontraría con su paciente y la emotiva historia sería compartida en .

El pequeño Brandon Seminatore era un recién nacido internado en la unidad de cuidado intensivos que necesitaba cuidados especiales. En ese entonces Wong, de 26 años, atendió al menor y brindó apoyo a su familia. Los padres de Brandon recuerdan que Wong les "ayudó a calmar todos sus miedos".

Veintiocho años después, Seminatore ingresó a trabajar como pediatra residente en el hospital donde nació y sin esperarlo, compartió el cuidado de un paciente con Wong.

Esta particular historia se conoció tras una publicación de Facebook del mismo hospital.

"Brandon, uno de nuestros pediatras residentes, nació hace 28 años en el hospital con solo 28 semanas (seis meses y medio de gestación). Vilma fue su principal enfermera. Casi 30 años después, Vilma reconoció su nombre mientras hacía una ronda por el hospital", indica el hospital en Facebook.

Pero cómo pudo Vilma Wong reconocer al que hace 28 años fue su paciente. Su testimonio fue compartido en la página web del hospital.

"Brandon estaba en mi equipo cuidando a uno de mis pacientes. Le pregunté quién era y su apellido me resultó muy familiar. Seguí preguntándole cosas, como de dónde era. Me dijo que era de San José y que había nacido prematuro en este hospital", comentó.

Al escuchar este detalle, Wong recordó haber atendido a un bebé con el mismo apellido y para confirmar sus sospechas, le pregunté si su padre era policía. Fue en ese instante que el joven pediatra la reconoció.

Según el medio local The Mercury News, Wong es considerada una persona "legendaria" en la familia Seminatore por "el cariño y la ternura" con los que le atendió tras el nacimiento prematuro.

El joven pediatra reveló que fue su madre quien le recomendó buscar a la enfermera Vilma Wong en su nuevo centro laboral: el hospital de Palo Alto. Pero Seminatore pensó que ella ya se habría retirado.

"Conocer a Vilma ha sido una experiencia surrealista. Se preocupa por sus pacientes hasta el punto de recordar sus nombres tres décadas después", cuenta Seminatore.

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