En 2009 llegó al Perú el primer vehículo electrificado marcando un hito en el mercado automotriz. De la mano de Toyota se pusieron a la venta 50 autos del modelo híbrido Prius para todo ese año. Por entonces, en el mundo ya existían dos millones de esta variedad de vehículos. Hoy, 15 años después, el panorama hacia la movilidad sostenible en el país no ha cambiado tanto como debería.
Según datos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), a pesar del aumento de la comercialización de los vehículos electrificados —híbridos o eléctricos puros— si nos comparamos con otros países de la región, como Colombia, en donde por cada 100 vehículos nuevos que se venden 23 son electrificados; o con Ecuador, cuya cifra es de 13 sobre 100; el rezago es evidente. En Perú solo cuatro de cada 100 vehículos nuevos que se compran son electrificados.
HEV, EL HÍBRIDO POR EXCELENCIA
La tendencia mundial de optar por vehículos más amigables con el medioambiente ha crecido exponencialmente en la última década. Como cada vez son más los fabricantes que se suman a ella, las variedades también han ido en aumento. Pero, básicamente, son de dos tipos: el Hybrid Electric Vehicle o vehículo eléctrico híbrido (HEV) y el Battery Electric Vehicle o vehículo eléctrico de batería (BEV).
El primero es el más demandado en el mercado. Es un auto híbrido convencional, cuyo motor principal es a combustión (generalmente de gasolina, pero también a diésel), posee una batería y un pequeño motor eléctrico que sirve de apoyo al inicio del arranque y/o en las aceleraciones. Su tecnología reúne lo mejor del BEV y de los vehículos a combustión. Puede circular en modo totalmente eléctrico, aunque por distancias relativamente cortas, gracias a que la batería que posee se carga mediante un sistema de recuperación de energía, lo que lo hace autorrecargable. Puede alcanzar hasta el doble de kilómetros con la misma cantidad de combustible.
Los HEV, también llamados híbridos no enchufables, fueron los primeros en posicionarse como alternativa a los motores de combustibles fósiles. Reducen en gran medida, entre 30% y 40%, la contaminación por monóxido y dióxido de carbono.
RODAR A ELECTRICIDAD
Los BEV, por su parte, son 100% eléctricos. Pueden contar con uno o varios motores eléctricos y se alimentan exclusivamente de la energía almacenada en las baterías. Estas se pueden recargar mediante el sistema interno de recuperación de energía o, de ser preciso, enchufando el auto directamente a la red eléctrica.
Entre sus mayores ventajas está la mínima generación de contaminación al ambiente. No utilizar combustibles fósiles significa emitir una
reducida cantidad de gases de efecto invernadero. Se alimenta de fuentes de energía renovable y sostenible. El nivel de ruido que produce un BEV disminuye casi por completo debido al motor silencioso que posee. Los motores eléctricos son más compactos, ligeros y simples que los de combustión interna. Tampoco precisa de un circuito de refrigeración ni de aceite. Su motor, más eficiente y mecánicamente simple, reduce el intervalo de mantenimiento. El costo energético por 2 / 2 kilómetro de la carga eléctrica es inferior al de un vehículo a combustión. El consumo medio oscila entre 15 y 30 kWh por cada 100 kilómetros. Todas estas características redundan en un ahorro progresivo y sostenido que compensa el, por ahora, mayor costo que implica la compra de un auto eléctrico puro.
OPCIONES DE RECARGAS
En el Perú existen 61 puntos de recarga para vehículos eléctricos de acceso público a nivel nacional. También se pueden encontrar en algunos grifos y estaciones de servicio, así como en estacionamientos particulares. La web https://www.electromaps.com/es/puntos-carga/peru da cuenta de que la mayor cantidad de puntos de recarga se concentra en Lima (20). Sin embargo, esta red es aún pequeña para cubrir la creciente demanda de los usuarios de vehículos eléctricos. Urge una mayor infraestructura de carga, promoción de la electromovilidad por parte del Estado e incentivos tributarios.