OPORTUNIDAD. Gracias al programa Becas BCP, Jhasmín Huaihua y Wilber Ocampo pueden acceder a educación superior. (Foto: Difusión)
OPORTUNIDAD. Gracias al programa Becas BCP, Jhasmín Huaihua y Wilber Ocampo pueden acceder a educación superior. (Foto: Difusión)

La misión del (BCP) trasciende los límites financieros convencionales, adentrándose en el ámbito social para brindar oportunidades educativas a jóvenes provenientes de entornos desfavorecidos, para romper las barreras que muchos de estos talentos enfrentan al tratar de acceder a la educación superior.

Sin embargo, contribuir con brindar acceso a educación de calidad a este grupo de jóvenes no es el fin por el que el banco ha puesto su esfuerzo para crear desde hace 12 años el programa de Becas BCP.

A decir de Verónica Roca-Rey, gerente de Responsabilidad Social y Relaciones Públicas del BCP, la educación es solo un medio para conseguir que los becarios puedan insertarse al mercado laboral, generar ingresos para ellos y sus familias y romper el círculo de pobreza y escasez en el que viven, además de generar la fuerza laboral que construirá el futuro del país.

“Vemos que estos chicos están saliendo y cumpliendo los objetivos, y eso nos dice que la inversión está puesta en el lugar correcto. Tenemos algo de 200 egresados por el lado de las becas universitarias y el 99% está trabajando; en realidad todos cumplen con este objetivo de encontrar empleo”, afirmó Roca-Rey.


DE TAL PALO, TAL ASTILLA

A Jhasmín Huaihua desde muy niña le gustaban mucho las matemáticas, por ello, estaba acostumbrada a participar en varios concursos. Ella dice que tiene muchas cosas en común con su mamá como, por ejemplo, la dedicación en los estudios, dado que su madre fue la mejor alumna en su colegio, así como sus ganas de siempre querer más.

Jhasmín nació en Sicuani, en Cusco, pero tuvo que estudiar unos años de la primaria en Puno, debido a que tuvo que mudarse con su madre para probar suerte, ya que, por problemas familiares, solo contó con ella. Así, luego de Puno estuvieron por Lima y después se asentaron en un centro poblado en Madre Dios. Luego, Jhasmín postuló con éxito a uno de los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) en Lima, por lo que tuvo que venir a internarse. Dice que cuando llegó al COAR su nueva preocupación fue qué hacer después que terminara para no correr la misma suerte de su madre.

Y así como lo que piensas, lo atraes, Becas BCP llegó a su nuevo colegio y hoy lleva cursos del octavo y noveno ciclo de la carrera de Ingeniería Empresarial en la Universidad del Pacífico.

“No me imagino qué hubiera pasado si no hubiera recibido la beca. Probablemente, estuviera sudando la gota gorda para ganar S/50 al día y darle de comer a mi familia”, comenta Jhasmín.


LA PASIÓN POR LOS NÚMEROS

Nicolás Castro dice que desde niño despertó una pasión por las matemáticas y la física, así como una curiosidad por saber cómo funciona el mundo. A diferencia de Jhasmín, él vivió con sus padres y sus hermanos. Nació en Bolivia y a los 6 años vino a Cusco para quedarse con su familia, porque es la tierra natal de su padre.

El Programa Becas BCP entrega entre 80 y 100 becas al año tanto para carreras universitarias como técnicas.
El Programa Becas BCP entrega entre 80 y 100 becas al año tanto para carreras universitarias como técnicas.

Aunque sus padres se conocieron en Bolivia estudiando en la Universidad, con las obligaciones que demanda tener tres hijos no podían pagarle una educación de calidad. Es así que por su rendimiento destacado en el colegio decidió postular a la UTEC, bajo la modalidad de Alto Rendimiento para luego aplicar a la Beca BCP, que también brinda apoyo a los jóvenes más destacados del país.


CON LAS METAS CLARAS

Wilmer Ocampo es otro de los jóvenes talentosos beneficiarios de la Beca BCP. A diferencia de Jhasmín y Nicolás, él se encuentra estudiando en el segundo año del Instituto Cibertec, en Arequipa.

Wilmer recuerda que cuando estaba en segundo de secundaria supo que le interesaba la computación e informática y que iba a estudiar sí o sí, sin importar cómo. Su deseo de superación también tenía como raíces el agradecimiento a sus abuelos, que se ocuparon de él cuando su madre rehízo su vida con otra persona.

Sin embargo, el apoyo de sus abuelos siempre tuvo un límite. Él vivió en el distrito de Challabamba, en la provincia de Paucartambo, en Cusco, a seis horas de la ciudad. Con lo cual, debía viajar a la Ciudad Imperial para poder estudiar.

Hasta el momento, el BCP ha invertido un poco más de S/45 millones en alrededor de 1,000 becarios, y no es que haya pagado el 100% del costo de educación de los chicos, dado que las becas son cofinanciadas con las casas de estudios.

No obstante, dado que solventar las mensualidades y matrícula no es lo único que se requiere para estudiar, la entidad financia también laptops, alojamiento, alimentación y acompañamiento profesional a los becarios.


DATOS

  • El Programa Becas BCP entrega entre 80 y 100 becas al año tanto para carreras universitarias como técnicas.
  • La entidad financiera es consciente de que apostar por la educación es un esfuerzo de mediano y largo plazo, por lo que deben esperar que los becarios terminen de estudiar para comprobar si se cumplieron los objetivos del programa, que es insertarlos al mercado laboral.


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