Para Montoya, hay tres caminos que se podría seguir en el caso Rolex. El primero es que la Fiscalía investigue este escándalo, y cuando lo crea conveniente, en caso encuentre los indicios requeridos, envíe una acusación constitucional al Congreso. El segundo, es que cuando llegue esa acusación al Congreso, esta pueda verse en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, y en caso se apruebe en el Pleno, Boluarte pueda ser procesada cuando deje el mandato en el 2026. Y, el tercero, es que paralelamente a esta denuncia, el caso Rolex pueda investigarse en la Comisión de Fiscalización.