Como para ponerle la 'cereza' al cierre de una primera legislatura bastante discreta, en la que los legisladores quieren ganar más sin justificarlo, el presidente del Congreso, Víctor Isla, el 12 de diciembre último, sin hacer mucho barullo, presentó un proyecto que plantea ampliar el número de congresistas de 130 a 145.
En su exposición de motivos, la polémica iniciativa legal, que propone modificar el artículo 90 de la Constitución e incorpora la cuarta disposición transitoria especial, señala que el objetivo es darle mayor representación a la Amazonía en el Legislativo.
El proyecto sostiene que los distritos electorales de la Amazonía (Loreto, Ucayali, San Martín, Amazonas y Madre de Dios) tienen 13 representantes, es decir, 10% de la representación nacional, mientras que en la sierra existen 44 representantes y en la costa 73.
Pero lo que más llamó la atención fue el argumento esbozado en el "análisis del coto beneficio" del proyecto, que dice así a la letra:
Con la presente norma que postula la enmienda constitucional referida a la composición parlamentaria se va a lograr hacer efectiva la representación ciudadana de una manera más fidedigna. Con la presente reforma, una región que aún no es "descubierta" podrá contar con congresistas en cantidad suficiente para impulsar iniciativas que comprometan eficientemente su desarrollo. Y en se medida, el costo es inexistente por cuanto el Parlamento se convertirá en un canal eficaz de demandas para su solución