Se mostró una carta enviada por Lucio Ávila al Ministerio de Educación para ayudar a una universidad.Era para una prórroga de plazos para que esta universidad pueda acreditarse. Esto es un abuso de la delicada función que significa ser presidente de la Comisión de Educación.
¿Se toma la carta como una medida de presión del congresista?Creo que nos hemos quedado cortos con lo que creíamos, porque, al parecer, también se habría convocado a la responsable del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), Peregrina Morgan, para exigirle que haga una excepción con este centro de estudios. Lo que es grave en esto es que la presidencia se está 'malutilizando' para intereses propios.
¿Debería ir a Ética?Algunos parlamentarios han señalado que sí debe hacerlo y nosotros estaremos pendientes de la actuación de esa comisión.
¿Cree que hay un interés especial por aprobar rápidamente los cambios a la Ley Universitaria?Ha habido una predisposición porque se apruebe muy rápido, lo cual se observó desde el momento en que se presentó la propuesta. El propio presidente de la comisión convocó extrañamente a una sesión y ya tenía un predictamen sin escuchar opiniones o la exposición del autor de la propuesta (Javier Velásquez).