La vida política de , uno de los rostros de la izquierda peruana, se ha desarrollado azuzando a la población, escribiendo en agendas nacionalistas y apelando al olvido selectivo. Ahora su alianza con un condenado por corrupción como Vladimir Cerrón del partido Perú Libre, que muchos de sus propios seguidores han calificado como imperdonable, le abre un nuevo frente.

Mendoza fue hasta su candidatura presidencial de 2016 un personaje político de segunda línea. En el Congreso se mostró fiel, hasta 2012, al Partido Nacionalista de Ollanta Humala y Nadine Heredia, pero cuando ellos se movieron un poco hacia el centro, ella les aplicó una mirada de desprecio.

A inicios de 2012, Mendoza azuzó a la población de Espinar (Cusco) con un informe falso que concluía una supuesta contaminación con cadmio, mercurio y arsénico en el “ámbito del proyecto Xtrata Tintaya”.

La excongresista envió una carta y adjuntó ese informe al entonces alcalde provincial de Espinar, Oscar Mollohuanca, haciéndole creer que el entonces ministro de Salud le había respondido que “estos tres elementos tóxicos producen la muerte”.

Pero lo que obvió Mendoza en su carta –hasta ahora no está claro si lo hizo adrede o por ignorancia– fue que esa supuesta data correspondía a una evaluación preliminar de 2010 hecha a la población que vivía alrededor de otro denuncio minero, llamado Quechua, y que ni siquiera había comenzado a ejecutarse.

Mollohuanca distribuyó la carta y el informe de Mendoza entre los pobladores de Espinar que en ese momento reclamaban el aumento del aporte económico que la compañía Xtrata Tintaya hacía a la población. La carta y el informe enviados por Mendoza exacerbaron a la población, que el 21 de mayo de 2012 convocó a una paralización contra Xtrata Tintaya. Siete días después, la situación se salió de control y debido al enfrentamiento con las fuerzas del orden murieron dos personas.

Mendoza se mantuvo firme en su afirmación y dijo que “si hubiese metido la pata, lo responsable hubiese sido reconocerlo”.

“Sí, mi letra podría estar"

Otro hecho que Verónika Mendoza no supo reconocer fue la investigación periodística que reveló que su letra estaba en las agendas privadas de Nadine Heredia, que hoy son prueba en la investigación por lavado de activos a la expareja presidencial.

En el verano de 2016, Perú21 y el programa Mira quién habla solicitaron a un perito grafotécnico un estudio comparativo de la letra de Mendoza con una página de la agenda ‘Solo para mujeres’ de Heredia. El resultado fue concluyente: ella había escrito en esa agenda.

Durante varios días, Mendoza negó lo evidente. Quiso desprestigiar al profesional que realizó el estudio y a los periodistas que investigaron; sin embargo, días después, en el semanario Hildebrant en sus 13, dijo tibiamente que “sí, podría haber escrito en las agendas”.

Mendoza se ha mostrado como la reserva moral del país, pero es incapaz de reconocer sus faltas. Anoche escribió en sus redes sociales que se mantiene firme en sus convicciones. Ahora, su alianza con Cerrón la está dejando sola porque, como dicen sus partidarios, se ha aliado con “la misoginia, la homofobia y la corrupción”.

Glave y Huilca también la dejan sola con Cerrón

El miércoles se desarrolló una asamblea en el local del Cercado de Lima de Nuevo Perú que terminó en bronca.

El sector que agrupa a las feministas y movimientos afines en Nuevo Perú rechazó la alianza con Vladimir Cerrón y renunciaron al movimiento. Las activistas mostraron los senos en señal de protesta. Este hecho desató la ira de los militantes leales a Mendoza.

“Nuevo Perú ha impuesto una alianza nefasta con partidos que representan a los personajes que los fundaron”, señalaron en un comunicado.

Ayer por la noche, las excongresistas Marisa Glave e Indira Huilca oficializaron su renuncia a Nuevo Perú.

“Este es un paso difícil luego de sopesar las consecuencias que tendrá la decisión del Consejo Nacional”, afirmó Huilca.

Ambas políticas fueron muy fervientes defensoras de Mendoza cuando se descubrió que había escrito en las agendas de Nadine Heredia. Antes dimitieron los excongresistas Richard Arce y Horacio Zeballos.

“Ha impuesto una alianza nefasta con partidos que representan a los personajes que los fundaron”.