La semana pasada Perú21 denunció que el Congreso se había convertido en una agencia de empleos y que no se había renovado el contrato a más de 100 trabajadores, la mayoría de ellos vinculados a Fuerza Popular (FP), algunos de los cuales trabajaban con sus familiares directos (esposas, hijos y hermanos).
Al respecto, para el vicepresidente de la Comisión de Ética, Hernando Cevallos (FA), se debería indagar a los legisladores que estarían involucrados en estas contrataciones.
“Lo que estoy evaluando es qué nivel de infracción se puede relacionar con esto”, expresó en diálogo con este diario.
En tanto, el secretario de la comisión, Eloy Narváez (APP), consideró que se puede revisar en Ética porque “al parecer se ha metido al Congreso a varias personas del fujimorismo”.
“En este grupo lo que vemos son faltas éticas que han cometido los parlamentarios durante su función de congresistas”, expresó.
Coincidieron que un caso que podría verse, al menos en etapa de indagación, es el del segundo vicepresidente del Congreso, Segundo Tapia, quien tendría dos sobrinos laborando en el Parlamento.
Los sobrinos son hijos de la prima de la esposa del parlamentario, pero para Narváez y Cevallos, esto tendría que analizarse para ver si existió alguna irregularidad.
La presidenta de Ética, Janet Sánchez (PpK), indicó que el Reglamento dice que es nepotismo cuando se trata de parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad y que “al parecer en este caso no correspondería”.
“Si alguien presenta una denuncia, de todas maneras se tiene que indagar”, afirmó.