Sector público. Gobierno de Sagasti insiste en que, por ahora, gestión de las vacunas contra el COVID-19 estará a cargo del Estado. (Foto: Jesús Saucedo/GEC)
Sector público. Gobierno de Sagasti insiste en que, por ahora, gestión de las vacunas contra el COVID-19 estará a cargo del Estado. (Foto: Jesús Saucedo/GEC)

Lo que no queremos es que el que tiene plata se vacune y el que no tiene no se vacune”. Con estas palabras, el presidente de la República, , respondió –la noche del último domingo– al ser consultado sobre la postura de su gobierno frente a la posibilidad de la adquisición de vacunas contra el por parte del sector privado.

Esto luego de que el legislador revelara que el embajador ruso en Perú, Igor V. Romanchenko, le informó que el Fondo Ruso de Inversión Directa, responsable de gestionar la vacuna Sputnik V de Gamaleya, está en situación de negociar con los gobiernos centrales, locales e incluso con el sector privado.

Para el miembro del Comando Vacuna, si existe la posibilidad de que el sector privado pueda acceder a las dosis, el gobierno debería estar abierto a evaluar la propuesta.

Todavía no hay suficientes dosis para atender al sector privado, pero si se abre una ventana a través de la vacuna rusa y el Fondo Ruso de Inversión Directa acepta venderla a los privados, se debería aprovechar para que las empresas puedan importar, con la supervisión del caso”, manifestó a Perú21.

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Agregó que mientras la oferta de vacunas crece, el Estado debe adoptar alianzas estratégicas. “Según el último informe del Duke Global Health Innovation Center, los laboratorios que han firmado contrato con varios países están entregando sus vacunas de a pocos; entonces, no sé si podría atenderse la demanda de un privado ahora, pero en estos meses el Estado debería hacer un convenio con ellos para que vacunen a través de la cadena de farmacias, o para utilizar espacios de centros comerciales”, sostuvo Pratto.

En tanto, voceros de la reiteraron la necesidad de una alianza público-privada para acelerar la compra y aplicación de las vacunas contra el COVID-19. En conversación con este medio, los voceros del gremio estimaron que sin la participación del sector privado, el proceso de inmunización podría tomar más de dos años.

En tanto, la tarde de ayer, durante una conferencia de PCM, el ministro de la Producción, José Luis Chicoma, expresó que “incluir a privados en este momento alteraría este orden (de vacunación) que favorece el bienestar de toda la sociedad”.

EN AGENDA DEL CONGRESO

Sobre este tema, el también segundo vicepresidente del Congreso, Roel Alva, informó que ha presentado el proyecto de ley 7244/2021CR.

Ya fue ingresado al Congreso y lo que busca es otorgar la cobertura legal necesaria para que las entidades del sector público dispongan la derogación o el reemplazo de la normativa que impida o dificulte la importación de bienes y equipos para el combate contra el COVID-19 por parte del sector privado, incluida la vacuna”, adelantó.

Asimismo, la tarde de ayer, el parlamentario de APP,, señaló que mañana miércoles, a las 9:00 a.m., el Congreso sostendrá una mesa de trabajo para presentar un proyecto de ley multipartidario sobre la inclusión del sector privado en el proceso de vacunación a nivel nacional.

TENGA EN CUENTA

  • El legislador Diethell Columbus estimó que a este ritmo la vacunación terminaría en 2025. La Ley 31091 establece los requisitos para el registro sanitario condicional por un año para que empresas importen vacunas en fase 3.
  • La presidenta de la Confiep, María Isabel León, indicó que hoy a las 10:00 a.m. se reunirá con el presidente Sagasti para tratar este tema.
  • Fuentes de Cancillería indicaron que vacunas del acuerdo con Covax llegarían entre el 20 y 25 de marzo.
  • Los privados podrían negociar en cantidades mínimas que no afecten la vacunación masiva”, indicó el miembro del Comando Vacuna, Antonio Pratto.
Médico que atiende casos de COVID desde el inicio de la pandemia
En marzo de 2020, con 46 años y enfrentándose a un virus nunca antes visto, el doctor Luis Bracamonte estuvo en la primera línea de atención de la pandemia en el Hospital Alberto Barton del Callao. Dos meses después se unió al personal del Hospital de Emergencia Ate, donde el último 10 de febrero, luego de despedir a varios colegas y pacientes, fue uno de los primeros en recibir una dosis de esperanza: la vacuna contra el COVID-19.