(Foto: Congreso)
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No es que se esperara demasiado de la interpelación a la ministra de Economía, María Antonieta Alva, pero hay que reconocer que el Congreso mantiene su versatilidad para sorprender y quedar siempre peor que antes. Porque, aparte del colorido rol de preguntas –algunas de un nivel tan rastrero que hasta a un estudiante de primaria le daría vergüenza tomar en serio– planteadas a la ministra, las histriónicas performances de las bancadas más virulentas se encargaron de demostrar que el plan inicial, respondiese lo que respondiese la ministra, era la censura.

Podemos y el antaurismo (UPP), hermanados nuevamente en el dislate, ya la pedían a cada momento, ni bien se comenzó con el pliego interpelatorio, alegando una presunta “incapacidad” para el cargo, sin presentar siquiera un argumento mínimamente estructurado. Desde el viernes muy temprano estaban ya promoviendo la moción en busca de firmas.

Hasta un parlamentario tan “capacitado” como José Vega (UPP), eludiendo toda consideración técnica sobre economía o administración pública, se dio el lujo de perorar sobre el “perfil profesional” que debería tener el o la titular del cargo. Del mismo modo, una ignota Cecilia García (Podemos) vociferaba exigiendo prácticamente que, del hemiciclo, la ministra fuese a entregarse –con las manos en alto, suponemos– a la Fiscalía. Eso, sin dejar fuera de escena a un brioso, acalorado Daniel Urresti, casi moribundo días antes, cuando le tocó presentarse a la audiencia sobre el asesinato del periodista Hugo Bustíos, pero muy vivo y entusiasta a la hora de disparar frases huecas y sumarse a la turba linchadora.

Si algo quedó claro, al menos por la conducta de quienes se alinearon bajo las banderas de estas dos bancadas, es que el objetivo era descabezar un ministerio estratégico para castigar así la “soberbia” del presidente de la República, sin que les importe a estos sujetos que en los duros tiempos de pandemia que vive el país, la estabilidad política es esencial para el proceso de recuperación económica, y que un cambio de ministro lo único que conseguirá a estas alturas es retrasar y volver a fojas cero todo lo que se ha venido trabajando en ese sentido.

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