La amplísima y desmedida oferta de partidos políticos que podrían disputarse la Presidencia de la República en 2026 traería consigo una serie de perjuicios que padeceríamos no solo los ciudadanos sino también las autoridades que logren hacerse del poder en el Ejecutivo y el Legislativo.
La atomización parlamentaria, es decir la cantidad de fuerzas políticas representadas en el hemiciclo, indudablemente tensará las relaciones de las bancadas que deben discutir y acordar propuestas normativas que cambiarán el destino del país. Desde allí, también, tendrán el deber de darle gobernabilidad a la nueva gestión de Palacio de Gobierno.
¿Cómo evitar este panorama?
LAS PROPUESTAS
La Asociación Civil Transparencia sostiene desde hace varios meses atrás reuniones con todas las fuerzas políticas, autoridades empresariales, civiles y sindicales, en el marco de lo que han denominado “Plan por la Democracia”, con el objetivo de encontrar vías de solución a la situación que se registrará dentro de dos años con más de 40 agrupaciones pugnando por suceder a la actual mandataria Dina Boluarte.
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Su presidente, Álvaro Henzler, comentó que producto de esos encuentros han surgido tres propuestas que, en el corto plazo, podrían ser debatidas y aprobadas por el Parlamento; se trata de reducir el número de organizaciones políticas con candidato propio, filtrar las candidaturas de discursos radicales, y poner un candado adicional a quienes plantean aspirar a la Presidencia.
“Estamos a tiempo de hacer algunos cambios para evitar la atomización. Este es el año para hacerlo por el calendario electoral. Los partidos, seguro van a elegir a sus candidatos a través del sistema de delegados que no tiene una valla muy rigurosa porque los delegados son 20, 30, 40, y la norma pide el 20%. Lo que sugerimos es que se pida el 20% de militantes para elegirlos”, manifestó en Perú21TV tras comentar que lo ideal hubiese sido tener vigente las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) que finalmente eliminó el Congreso.
La segunda propuesta, anotó, es “incentivar las alianzas”. La normativa actual plantea que los partidos necesitan alcanzar el 3% de los votos válidos de la elección general para pasar la valla electoral y mantener su inscripción en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Si se unen en alianza, necesitarán 1% adicional por cada partido que se sumó a la coalición. Es decir, si son dos partidos, el límite mínimo será 4%; si son tres partidos, será 5%, y así sucesivamente. Henzler plantea que solo se establezca un aumento de 1% sin observar la cantidad de agrupaciones que se unieron para presentar la candidatura.
Finalmente, la tercera propuesta es que los candidatos a la Presidencia armen un frente común, pero permitiendo que cada partido integrante de esa alianza participe con lista congresal propia. Con ello “logras menos candidaturas a la Presidencia, incentivas los frentes y se reduce la oferta electoral, y también adelantas la negociación o acercamientos que son propios del Parlamento”.
En esa línea, Henzler hizo un “llamado a la acción” a los legisladores, quienes “tienen el legítimo derecho de querer ganar una elección, pero no se están dando cuenta que, aunque logren llegar al poder, lo harán en un país que será muy ingobernable, porque esa fuerza ganadora va a tener muy pocos parlamentarios en el Senado y en la Cámara de Diputados. Estos cambios se pueden hacer, se pueden implementar en el corto plazo, pero requiere el compromiso del Congreso”, indicó.
Presidentes senadores. La actual normativa electoral contempla que los candidatos presidenciales pueden también ser aspirantes al Senado. Con lo cual, algunas figuras políticas podrían lanzarse a la Presidencia para tener notoriedad y ser elegidos como senadores.
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