Al igual que un colaborador eficaz, un testigo protegido no puede mentir en su declaración. De hacerlo, incurriría en responsabilidad penal. Por tanto, su manifestación debe tomarse como un elemento probatorio.
No obstante, existe una diferencia entre ambos. Mientras el colaborador reconoce haber participado de un delito, el testigo no está vinculado a él, pero proporciona información de lo que sabe.
En el caso que implica a miembros de Fuerza Popular, los testimonios confirmarían la hipótesis del Ministerio Público: que, efectivamente, el fujimorismo recibió en 2011 aportes ilícitos para financiar su campaña presidencial.
El hecho de que testigos y colaboradores estén siendo amenazados indica que es verosímil hablar del riesgo que corre la misma investigación. Esto ameritaría que se les proporcione protección, y es la Policía la que debe dar el resguardo en coordinación con la Fiscalía.