Lo que ha hecho Zavala es plantear una cuestión de confianza ante una política del Gobierno: la política educativa, en este caso, se ve reflejada en la permanencia de la ministra Martens, teniendo en cuenta que antes ya se censuró a un ministro de Educación.
La cuestión de confianza se está presentando ante una nueva amenaza de censura en la medida de que esto afecta a la política educativa del Gobierno, lo cual es perfectamente legítimo y constitucional porque es garantizar la marcha de una política educativa representada en la presencia de la titular de Educación.
Al Congreso solo le queda decir cuándo se debate en el Pleno la cuestión de confianza. Que se derive esto a la Comisión de Constitución viola lo previsto por el Reglamento del propio Parlamento. Me preocupa que no se tome en serio las normas en el Congreso. Lo que se tendría que responder, primero, es el pedido de confianza, porque además de ser esencial para el país, según lo que se conoce públicamente, ingresó primero al Legislativo, antes que la moción de censura a la ministra Martens.