El presidente del Congreso de la República, Daniel Salaverry, se disponía directamente someter a votación el tercer proyecto de reforma que trata sobre los impedimentos para ejercer función pública, cuando la presidenta de la Comisión de Constitución, Rosa Bartra, pidió que abra un nuevo debate.
"Iniciaría un nuevo debate porque precisamente muchos congresistas no estuvieron presentes y es una reforma constitucional. No se puede ir directamente al voto en una reforma constitucional que dispone impedimentos para ser candidatos y laborar con el Estado", dijo Rosa Bartra.
La congresista fujimorista agregó que "de ninguna manera tendría siquiera la idea de pedirle a usted que vaya de frente al voto una reforma constitucional. La Constitución para ser reformada requiere un debate profundamente reflexivo".
En esa línea, Daniel Salaverry recordó que el dictamen se sustentó y se abrió un amplio debate, pero no se pudo someter a votación porque solo habían 90 congresistas presentes y se necesitaba un mínimo de 87 votos para aprobarla. Lo que era muy probable que no ocurra por la poca asistencia.
"Ahora con 110 congresistas hay bastantes posibilidades para que esto pase", mencionó Salaverry y dio la palabra a otros congresistas para encontrar una solución pronta.
El aprista Javier Velásquez Quequén se mostró a favor de debatir. "Votar no es dilatar. Es responsable que una reforma constitucional tiene que ser debidamente debatida". Pero no todos piensan como él, pues Gino Costa de la Bancada Liberal se opuso y pidió que se vote de una vez.