El empresario Rodolfo Orellana recibió una nueva condena de cinco años de cárcel por el delito de cohecho activo genérico. El cabecilla de una presunta red criminal fue sentenciado por tener un celular dentro de su celda cuando estuvo recluido en el penal de Piedras Gordas, en Ancón.
La historia se remonta a junio de 2015, cuando en una operación en Piedras Gordas se encontró en la celda de Orellana una bolsa de plástico en el baño que contenía un celular con una batería y un cargador. Tras una interceptación de la comunicación que realizó el Grupo Orión de la Dirección Antidrogas, se conoció que el teléfono llegó a manos de Orellana, luego de que su pareja Esther Carolina Furland le entregara US$1 mil al agente penitenciario César Olivares que custodiaba la celda del empresario.
"Rodolfo Orellana se contactaba y daba disposiciones desde dentro del penal de Piedras Gordas a sus demás integrantes (de la banda criminal) a través de ese celular", dijo a este diario una fuente judicial. Como consecuencia de este hallazgo, Orellana fue trasladado al penal de máxima de seguridad de Challapalca, ubicado en Tacna, donde es custodiado actualmente.
La sentencia fue emitida por el Tercer Juzgado Penal Unipersonal Permanente de Ventanilla que también condenó a cinco años de cárcel a Esther Carolina Furland por actuar como cómplice primaria en el delito.
De la misma forma, se sentenció a César Olivares, como autor del delito de cohecho pasivo propio. No obstante, la ejecución de su sentencia quedó suspendida mientras se resuelve la apelación que presentó.
Recordemos que Orellana fue sentenciado en el 2016 a dos años de prisión suspendida por el delito de difamación en agravio del dueño del Instituto Cesca, el empresario Jorge Pazos Holder. Además, en el 2017, se le condenó a seis años de prisión por la creación de la Cooperativa de Ahorro y Crédito para Empresas Exportadoras (Coopex), con la que estafó al Estado.