Maratónico. Discusión inició el miércoles cerca de las 9:00 a.m. (Anthony Niño de Guzmán)
Maratónico. Discusión inició el miércoles cerca de las 9:00 a.m. (Anthony Niño de Guzmán)

Redacción PERÚ21

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El proyecto de retorno a la que los ciudadanos aprobarán o no este 9 de diciembre, día en que se lleve a cabo el referéndum, propone 130 diputados y 50 senadores.

A favor de las dos cámaras algunos han argumentado que los peruanos estaríamos mejor representados (¿sabe qué congresistas lo representan en su región?, ¿cómo rinden cuentas a sus electores?), que los proyectos de ley se someterían a una mayor reflexión por otra instancia, cosa que, ante las exoneraciones de segundas votaciones y declaraciones de inconstitucionalidad por parte del Tribunal Constitucional, parecería oportuna. En la otra orilla, casi la mitad de la población (62%, según Datum) rechaza la bicameralidad. Los motivos: no están dispuestos a tener más de lo mismo (legisladores en medio de escándalos burdos, o que utilizan su curul para beneficio propio e inclusive para evadir a la justicia) y con mayor gasto de dinero público.

La mala fama de los políticos y la penosa performance del Legislativo en los últimos años desborda la emoción popular y no deja mucho margen a la reflexión.

El retorno a la bicameralidad: una mirada al barrio sudamericano. (Perú21)
El retorno a la bicameralidad: una mirada al barrio sudamericano. (Perú21)

¿UN PARLAMENTO REPRESENTATIVO?

Una breve mirada al barrio sudamericano puede sumar a la discusión de una de las funciones más subvaloradas del Legislativo: la representación, que resulta básica en toda democracia. ¿Asegura el proyecto de ley una mejor representación de los electores? ¿Garantiza que la delegación del mandato a los diputados representará legítimamente los intereses de los ciudadanos que voten por él? ¿Rendirá este cuentas a sus electores?

Para el siguiente análisis comparativo se ha considerado solo a la Cámara de Diputados de los países que poseen la bicameralidad, pues cumplen en su mayoría las mismas funciones que los congresos unicamerales.

Como expone el mapa adjunto, la mayoría de los países sudamericanos tienen un sistema bicameral; solo Ecuador, Perú y Venezuela sostienen un sistema legislativo de una sola cámara parlamentaria. En el caso de estos dos últimos países, el cambio del sistema de dos cámaras a una fue reciente: el caso peruano en manos de Alberto Fujimori y el venezolano a cargo de Hugo Chávez, quienes en sus respectivos mandatos, cambiaron la Constitución de sus países.

En el resto de los países –Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Paraguay y Uruguay–, existen dos cámaras de representantes.

En comparación con toda Sudamérica, Perú se sitúa como el tercer país con mayor número de electores por cada representante: 179,808 votantes por cada uno de los 130 legisladores que existen actualmente, pero que también propone el proyecto de ley. Esta cifra coloca a la representación peruana solo por debajo de Brasil y Colombia (287,147 y 213,411, respectivamente).

Entre los países unicamerales, Perú es –de lejos– el país en el que los congresistas representan a un mayor número de electores. En comparación, Venezuela cuenta con una ratio de 116,791 electores por cada congresista y en Ecuador es de 92,563.

¿REFORMAS?

Está claro que, en cuanto a la representatividad, el Perú tiene un déficit, dado que cada parlamentario representa a un número muy alto de electores. Esto puede influir en la capacidad de los votantes para entablar un vínculo con sus representantes y de los congresistas para hacerlo con sus electores.
El proyecto de ley ha decidido fijar el mismo número de representantes, a costa de un crecimiento electoral, pues en unos cuantos años la subrepresentación se agudizará y cualquier cambio en el número de diputados deberá pasar por el engorroso trámite de modificación constitucional.

Hacer crecer el número de representantes no es popular en estos tiempos en los que precisamente la popularidad o la búsqueda de ella se convierte en eje de decisiones. El retorno a la bicameralidad es una propuesta que pondría al Perú entre lo que es hoy más común en la mayoría de los países vecinos, lo que incluye a Chile, ejemplo regional de institucionalidad.

Sin embargo, la aprobación de este proyecto de ley mediante referéndum no garantiza que se den cambios sustantivos en las funciones legislativas ni en la calidad de congresistas o de la discusión de leyes. Más aún si a ello se suma la aprobación de la no reelección (68% lo aprueba, según Datum).

La mala imagen de los congresistas pesa demasiado y la real reforma debe iniciarse dentro de los partidos políticos, cantera de quienes deben representar los intereses de la población.

CIFRAS

- 179,808 votantes son representados por cada uno de los 130 legisladores.

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