Pedro Paulino Grández renunció a su cargo de director de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia (Minjus). De acuerdo al trámite regular documentario, su carta debe ser evaluada primero por el viceministro de Derechos Humanos, Daniel Sánchez, y luego pasará al despacho del ministro Vicente Zeballos.
“Le voy a expresar al ministro (Vicente Zeballos) mi total disposición y tengo mi carta de renuncia lista. No quiero causarle contratiempos al avance (de la gestión). Y, por otro lado, yo necesito también tiempo para defenderme. Vivo de la academia hace mucho tiempo, me dedico a eso”, indicó en una entrevista con IDL Radio.
Además, Grández señaló que no quiere ser una “distracción” para el Gobierno y estará a disposición de lo que el ministro Zeballos decida.
El jurista negó haber estado vinculado a la organización terrorista Sendero Luminoso; “28 años después aparece un atestado con una serie de cosas que yo no conozco, la verdad que siempre las negué (...). Voy a tardar unos días en ubicar la resolución judicial que ordenó mi libertad”, comentó.
El renunciante director del Minjus argumentó que “no existe verdad a partir de un atestado policial”, pues asegura que el Poder Judicial descartó las acusaciones de la Policía.
PRUEBAS HALLADAS
En 1991, la Dirección Contra el Terrorismo detuvo a Grández y, según consta en el atestado, hallaron tres ejemplares de la publicación senderista El Diario.
En ese momento, Grández dijo que los había comprado para fines académicos. Además, encontraron en su poder un manuscrito con anotaciones de un movimiento juvenil que tenía el objetivo de “captar adherentes a la G. P. (guerra popular)”. Grández negó que ese papel fuera suyo. No obstante, un peritaje grafotécnico arrojó que sí se trataba de su puño y letra.