El juez supremo Aldo Figueroa ha descartado, en sus pocos pronunciamientos públicos, ser parte de Los Cuellos Blancos del Puerto. Pero lo que no podrá negar es que ha tenido una estrecha relación con los peces gordos de esa organización criminal.
Figueroa ha reconocido su amistad con el destituido juez supremo y presunto cabecilla César Hinostroza, quien –según el Ministerio Público– buscó ser presidente del Poder Judicial teniendo el apoyo político de la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.
Ayer, en declaraciones a RPP, Figueroa dijo que sus lazos con el prófugo magistrado se reforzaron cuando se convirtió en juez supremo, en diciembre de 2017, y pasó a integrar la misma sala que presidía Hinostroza.
Sin embargo, el acercamiento entre ambos viene de mucho antes. En un registro de llamadas telefónicas, al que accedió Perú21, se corrobora que entre Figueroa e Hinostroza existieron 228 llamadas. Una comunicación casi diaria.
La primera data del 29 de junio de 2017 y la última del 12 de julio de 2018, fecha en la que Hinostroza ya era el rostro del escándalo y protagonista principal de los audios de la vergüenza que destaparon la red de corrupción en el sistema de justicia.
El domingo, Cuarto poder reveló que un colaborador eficaz dijo a la fiscal Rocío Sánchez, a cargo de la investigación, que Hinostroza fue el que pidió el nombramiento de Figueroa en la Corte Suprema. Es decir, movió sus influencias en el extinto CNM para conseguir ese cometido.
La convocatoria para el cargo de juez supremo se lanzó el 17 de julio de 2017. Entre ese día y el 20 de diciembre, se registraron 34 llamadas. El mismo día de la proclamación de Figueroa, Hinostroza lo llamó dos veces, seguramente para felicitarlo por su elección.
Este diario intentó hablar con Figueroa para consultarle si con estas revelaciones reconsideraría su decisión de no inhibirse de analizar la casación interpuesta por Fujimori. Pese a las reiteradas llamadas a su despacho, nadie contestó.
Quien sí se manifestó al respecto fue el presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros. Lecaros reveló que le dijo a su colega “que tome la decisión más apropiada”.
Al ser consultado sobre si es necesario que Figueroa se inhiba de ver el recurso de Keiko Fujimori, sostuvo: “Desde el punto de vista personal, si yo fuese él, sí lo haría (apartarme del caso), pero, como repito, es decisión de él, no mía”.
Las otras llamadas
Como ya lo han demostrado los audios, Aldo Figueroa también se comunicaba con el detenido extitular de la Corte del Callao, Walter Ríos, para aparentemente recomendar designaciones.
De acuerdo con el registro de llamadas, entre ambos se concretaron 34 comunicaciones telefónicas. A estas se deben sumar las 10 llamadas que hizo Gianfranco Paredes, exasesor de Ríos, a Figueroa.
El fiscal supremo Tomás Gálvez aparece también en la lista. Son nueve llamadas las que se registran, entre enero y julio de 2018, desde dos números celulares consignados a nombre de Gálvez, quien es sindicado de ser también un Cuello Blanco.
Por su parte, Mario Mendoza llamó cuatro veces a Aldo Figueroa, en enero de 2018, antes de que el propio Ríos lo hiciera y le pidiera atender al detenido empresario. “Si me autorizas, yo podría ser un intermediario”, le propuso Ríos. “Con toda confianza”, respondió Figueroa.
Datos
-Perú21 intentó comunicarse con el fiscal supremo Tomás Gálvez, pero su esposa Susana Guerrero decidió hablar por él. “Esta es una represalia a la denuncia que yo hice contra José Luna y su partido ante la ONPE”, declaró.
-También existen conversaciones de Figueroa con los destituidos miembros del CNM Iván Noguera y Orlando Velásquez, que han sido implicados por la fiscal Sánchez como Cuellos Blancos.