En una ceremonia realizada esta mañana en Palacio de Gobierno, el presidente de la República, Francisco Sagasti, fue reconocido como jefe supremo de las Fuerzas Armadas.
En el acto participaron participaron la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez; la ministra de Defensa, Nuria Esparch Fernández, y el titular del Interior, Rubén Vargas Céspedes, así como el jefe del Comando Conjunto, general César Astudillo, y los comandantes generales de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
En su discurso, el mandatario destacó el papel de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el COVID-19 y el rol que cumplirán en el próximo proceso electoral “que se realizará en condiciones totalmente anómalas que exigen el involucramiento de toda la ciudadanía y en particular de las Fuerzas Armadas para asegurar un proceso limpio, libre y que la voluntad del pueblo sea escuchada sin ningún atenuante”, subrayó.
Sagasti se refirió también a la Policía Nacional que en los últimos meses, dijo, ha sufrido dos duros golpes. El primero, reseñó, “el ensañamiento de la pandemia con el personal policial” y el segundo en el marco de la crisis política “y que se debe a la mala actuación de algunos miembros de la Policía Nacional frente a las legítimas protestas de los ciudadanos y que ocasionó la muerte de dos jóvenes manifestantes: Inti y Bryan”.
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“Esta situación no continuará ni puede continuar más. Para nuestro gobierno de transición, y por qué no decirlo de emergencia en una situación tan crítica en que nos encontramos, este escenario de crisis tiene que transformarse en la oportunidad para sentar las bases del fortalecimiento de la Policía Nacional para garantizar integridad, efectividad y, sobre todo, recuperar esa cercanía entre la ciudadanía y las fuerzas policiales”.
“Esto demanda también el compromiso de la clase política. (...) Tenemos que aprender a resolver las diferencias y conflictos con la altura que demanda nuestro país y encontrar puntos de encuentro que permitan sentar condiciones mínimas de tranquilidad y paz para poder emprender tareas de desarrollo que tienen que reducir las enormes desigualdades que ha puesto de manifiesto la pandemia”, agregó.
Finalmente, el presidente ratificó que las investigaciones sobre lo ocurrido durante las recientes manifestaciones seguirán su curso para determinar si lo ocurrido respondió a órdenes expresas o a la iniciativa de un grupo reducido. “No dejaremos de trabajar hasta identificar plenamente a los responsables y aplicar rigor de acuerdo a ley”. acotó.
En la víspera, el jefe de Estado cumplió con una nutrida agenda de actividades que se inició con su intervención en la 27º Reunión de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC). Más tarde se reunió con los gobernadores regionales y luego con la Misión de Observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), liderada por el excanciller de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano.
Asimismo, el mandatario recibió al representante de la misión ad hoc de la oficina del Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y encabezó la sesión del Consejo de Ministros.