El presidente de la República, Pedro Castillo, promulgó la norma que permite la incineración de los terroristas fallecidos, como en el caso del cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, quien pereció el pasado sábado mientras cumplía cadena perpetua en la Base Naval. La ley había sido aprobada ayer por el Congreso de la República.
La norma fue publicada hoy, en una edición extraordinaria del diario oficial El Peruano, mientras Castillo se encuentra en un viaje a México y Estados Unidos. La ley lleva las firmas del jefe de Estado y del presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido.
Un día antes, el Pleno del Congreso había aprobado la iniciativa presentada por la congresista Gladys Echaíz (Alianza para el Progreso) con 70 votos a favor, 32 en contra y 14 abstenciones. Con ello se incorpora el artículo 112-A a la Ley 26842, Ley General de Salud, referido al destino de los cadáveres de fallecidos que cumplían condena por traición a la patria o terrorismo.
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“En el caso del cadáver de un interno que venía cumpliendo condena con sentencia firme por los delitos de traición a la patria o de terrorismo, en su condición de líder, cabecilla o integrante de la cúpula de organizaciones terroristas, cuya entrega, traslado, sepelio o inhumación ponga en riesgo la seguridad nacional o el orden interno, el fiscal competente, en decisión motivada e inimpugnable, dispone su cremación, previa necropsia”, dice el documento.