Policía despliega operativo para evitar que movilizaciones terminen en violencia

La autodenominada ‘toma de Lima’ no tendría la acogida que sus impulsores esperan. Las autoridades policiales estiman que, en números, no superaría el aforo de las dos anteriores convocatorias que terminaron en fracaso. Pero lo que sí mantiene en alerta al Ejecutivo es que ante la escasa concurrencia, esta sea compensada con violencia.

El plan ya está en marcha. Incluso algunos dirigentes como César Tito Rojas, vinculado desde hace muchos años al Movadef y el Conare, organismos de fachada de Sendero Luminoso, han buscado apoyo internacional de grupos de izquierda que comparten ideas radicales (Ver recuadro).

Este diario conversó con algunos jefes policiales quienes confirmaron que lo que caracterizará esta nueva arremetida en la capital será la violencia. “Para ellos este es el último intento por doblegar al Gobierno”, refieren. “Saben que si no lo logran será mucho más difícil convocar otra movilización nacional”, indican. Incluso otra fuente de alto nivel en el sector Interior señaló que el Gobierno se prepara para un escenario de “atentado” en la capital.

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Ante estas informaciones que provienen de acciones de Inteligencia, el Ministerio del Interior ha lanzado el plan ‘Control verde 2023′ con el que busca poner un cerrojo a los tres ingresos terrestres que tiene Lima. Pero este control no es para impedir el libre tránsito de los ciudadanos, sino para impedir el ingreso de explosivos y otros objetos que puedan ser usados contra la fuerza pública.

“Es un plan lanzado por el Ministerio del Interior con el Ministerio Público con la finalidad de que la Policía controle los tres ingresos a la capital para hacer un exhaustivo registro y se evite el ingreso de explosivos, drogas y otras sustancias que se usan en estos eventos”, dijo ayer el director nacional de Investigación Criminal, Óscar Arriola, durante la presentación del plan de operaciones.

“Lo que se pueda venir a futuro déjenlo en manos de la Policía. Hasta ahora no ha habido ninguna toma de Lima, ni habrá tampoco ninguna toma de Lima”, afirmó también el ministro del Interior, Vicente Romero.

Este operativo que aplicará la Policía no ha caído nada bien en los sectores de izquierda radical. La primera en quejarse fue la expremier del golpista Pedro Castillo, Mirtha Vásquez. Ella sostuvo que “la Policía anuncia que va a transgredir la Constitución. Va a limitar el derecho a la protesta, registrando manifestantes previamente, aplicando control de identidad, prohibiendo gorras y mochilas”.

Lo cierto es que el derecho de protesta está garantizado. La Policía brindará seguridad a todos los que decidan manifestarse pacíficamente en las calles. Lo que no se permitirá es la violencia y la presencia de azuzadores.

TENGA EN CUENTA

El grupo Nuevo Perú confirmó que participará de las protestas junto con los dirigentes del Movadef, como Lucio Ccallo de Puno.

Para el 19 de julio se espera que 6 mil personas protesten en Lima. Los puntos más convulsionados serán la avenida Abancay y la plaza San Martín.

La Coordinadora Nacional de DD.HH. ha pedido a los mandos policiales que actúen dentro del marco de los derechos humanos.

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