“Siempre he tenido admiración por su fe y por su nacionalismo”, le dijo Antauro Humala a David Chauca, conocido como el ‘Hincha Israelita’. El miembro destacado del Frepap (Frente Popular Agrícola del Perú) —que tiene 3% de preferencia electoral en la encuesta de enero de 2025 de Ipsos— recibió al etnocacerista en su evento partidario, en lo que bien podría ser el primer acercamiento formal hacia una alianza con miras al 2026. Humala fue con su hijo y el presidente de Juntos por el Perú, el exministro castillista Roberto Sánchez. Como ya es habitual, la cumbre se selló con un partido de fulbito.
No es el primer acercamiento intelectual de Antauro a las ideas de Ezequiel Ataucusi. En su cuarto libro, De la guerra etnosanta a la Iglesia tawantinsuyana (2013), el etnocacerista plantea “la necesidad etnonacional de reivindicar el culto a Pachakámaq en cuanto fe colectiva, liberadora y combativa”. Incluso le dedica algunas páginas a Ataucusi, en las que se refiere a él como “reservista y agricultor”. “Encarna la impugnación cholo/clerical más institucionalizada en el Perú contra cinco siglos de apartheid eclesiástico, judeocristiano, occidental y blanco (…) la idiosincrasia y moral andinas calzan mejor con la severidad del Jehová judaico que con el prostituido mensaje cristiano del hipocritón clero afincado quincuacentenariamente en los exterritorios tawantinsuyanos”. Antauro, finalmente, destaca en su libro que Ataucusi haya heredado a su movimiento el objetivo de “la autarquía agro-alimentaria lograda hace quinientos años por la agrarista teocracia inkaica”.
LA LEY DEL PESCADO
“Nosotros tenemos una ley de Dios que es ‘no matarás’”, le respondió Eliseo Saavedra, militante del Frepap; una frase que representa la incomodidad que provocó el asesino de policías en cierta facción del Frepap. “Creemos en la doctrina teológica de Cristo”, complementa Mario Almanza, otro militante que no vio con buenos ojos el acercamiento de Humala en pleno cumpleaños del líder.
Por su lado, Antauro no se hace problemas. Hace poco declaró que hay que crear “una nueva Iglesia tawantinsuyana, un nuevo credo incaico, que no puede ser el catolicismo importado”. Y se mandó un discurso en la misma línea en su última conferencia de prensa, el pasado jueves 30 de enero en un hotel de Lince. En medio de ambos eventos, la Corte Suprema ratificó la ilegalidad del partido A.N.T.A.U.R.O. Frito pescadito.
FEDERALISMO A LA PERUANA
Virgilio Acuña acaba de inscribir su partido Perú Federal. “Lo nuestro es un proyecto político”, explica Virgilio. “Hay que ganar la batalla cultural: hacer saber que el centralismo es dañino”, desarrolla. “Nuestra propuesta es cortar todo el poder que se genera en Lima y dárselo a los pueblos del Perú”.
En esa línea, ha retomado su accidentada relación con Antauro Humala. Humala no es ajeno al federalismo. Incluso habla del tema en su tercer libro, Etnonacionalismo. Izquierda y globalidad (2011), donde critica el supuesto centralismo que habría originado todos los problemas del Perú. Pero las coincidencias entre Acuña y Humala no son solo intelectuales y librescas; también hay una afinidad partidaria de larga data.
Como se recuerda, el excongresista Acuña y el etnocacerista estaban al mando del Frente Revolucionario Patriótico allá por 2019. Luego, en 2020, Acuña intentó infructuosamente llegar al Congreso en la lista de Unión por el Perú, en una alianza liderada por el propio Antauro.
La cercanía de ambos es tal que fue Virgilio el padre del acróstico A.N.T.A.U.R.O., aunque ligeramente alterado. Mientras el etnocacerista inscribía el partido P.E.R.U. (Partido Etnocacerista Revolucionario Unido), Virgilio ya estaba acuñando el Acuerdo Nacional de Trabajadores Agrarios y Urbanos Organizados (A.N.T.A.U.R.O.), allá por el 22 de septiembre de 2020, como consta en los archivos del JNE. Recién un año después, en 2021, la mano derecha de Antauro, Rubén Ramos, intentó comprar el partido que ya conocemos y al que la Corte Suprema acaba de ratificar como ilegal en segunda instancia por las constantes proclamas antidemocráticas, inconstitucionales y violatorias de los derechos humanos.
HISTORIA FEDERAL
No es la primera vez que se plantea un federalismo a la peruana. Basta con recordar el Estado Federal de Loreto, una entidad subnacional proclamada por el militar Mariano José Madueño y el prefecto coronel Ricardo Seminario Aramburú, tras la insurrección del 2 de mayo de 1896. El 8 del mismo mes se juró la Constitución provisional del Estado. Fue el primer paso para la instauración de un sistema federal. El experimento se expandió hasta Yurimaguas y Moyobamba. Y tras su fracaso, fue replicado en 1898, 1921 y 1956.
Un repaso histórico, sin embargo, tendría que regresar hasta proyectos como la Confederación Perú-Boliviana, la Federación de los Andes, los Estados Unidos del Perú y Bolivia y el Reino Unido del Río de la Plata, Perú y Chile.
Mejor conocer nuestra historia para así no estar condenados a repetirla.
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