En Junín saben muy bien cuál es la relación con la prensa independiente. (Foto: Abel Aguilar / Archivo GEC)
En Junín saben muy bien cuál es la relación con la prensa independiente. (Foto: Abel Aguilar / Archivo GEC)

“Te crees escurridizo... Estás jodiendo...”. Fue lo que le indicaron al periodista Santos Porras poco antes de ser lanzado al río Mantaro en un forcejeo. Era la noche del 13 de setiembre del 2014. Minutos atrás había sido secuestrado en un vehículo en Huancayo cuando salía de una reunión. Porras venía denunciando constantemente actos irregulares en la gestión regional de Vladimir Cerrón. Aquella vez, logró escapar, pero la intención claramente era acabar con su vida.

Meses antes de este trágico suceso, en la vivienda de Edvan Ríos, otro periodista, detonaron una bomba casera a modo de intimidación, afectando la puerta y ventanas. Ambos reporteros, emblemáticos en la región, habían destapado juntos desde el diario Correo de Huancayo una serie de actos de corrupción, como cobro de cupos, extorsiones, entre otros hechos cuestionables para la región.

Cada uno de los reportajes periodísticos era respondido con amenazas, denuncias, hostilizaciones y acoso. El explosivo y el secuestro solo sumaron al rosario de acciones en su contra, al igual que hacia otros hombres y mujeres de prensa críticos con la gestión de Cerrón que arrancó en el 2011.

Militantes de Perú Libre hacían marchas al frente de la sede de Huancayo de Correo, con ataúdes incluidos y muñecos; y quemaban las ediciones que contenían las denuncias. Era una constante. En muchas de ellas fueron identificados funcionarios afines a Perú Libre que se encontraban incluso en horario de trabajo. “Correo... diario del terror”, decía uno de los carteles y los acusaban de crear psicosociales.

INTOLERANCIA. Actos de hostilización contra la prensa eran continuos en Junín. (Foto: Abel Aguilar / Archivo GEC)
INTOLERANCIA. Actos de hostilización contra la prensa eran continuos en Junín. (Foto: Abel Aguilar / Archivo GEC)

En Junín no es un secreto la relación que tiene la agrupación con la prensa de oposición. “La hostilización era casi a diario”, cuenta un testigo. Los ataques y el descrédito a los reportajes publicados eran secundados por otros medios afines a la administración de turno. El hostigamiento también se trasladó a la vía judicial con denuncias.

Trabajadores del Gobierno Regional de Junín y militantes de Perú Libre marchan por las calles de Huancayo y agreden al diario Correo. (Foto: Abel Aguilar / Archivo GEC)
Trabajadores del Gobierno Regional de Junín y militantes de Perú Libre marchan por las calles de Huancayo y agreden al diario Correo. (Foto: Abel Aguilar / Archivo GEC)

Según diversos testigos, que prefirieron no ser identificados por seguridad, cuando Santos y Edvan acudían al gobierno regional, los grababan sin disimulo alguno desde que ingresaban hasta que se retiraban de la entidad. En algunas conferencias de prensa no los dejaban participar o siquiera ingresar.

Y algunos testimonios también refieren que les hacían reglaje en su día a día, cuando se trasladaban de su domicilio a su trabajo. Hasta había filtraciones en la propia redacción sobre las investigaciones que llevaban a cabo. Así, muchas veces los involucrados ya sabían de ante mano lo que se iba a publicar; adelantándose las amenazas y las intimidaciones. En ocasiones se tenía que replantear las portadas cuando ya la mayoría de redactores se habían ido.

“Cuando él (Vladimir Cerrón) ahora señala que se debe legislar respecto a los medios, no es otra cosa que una iniciativa conducente de forma expresa a subyugar la libertad de expresión a los intereses del gobierno de turno”, refiere a Perú21 el exconsejero Ginés Barrios, uno de los acérrimos opositores a Cerrón durante su primera gestión.

FUEGO. Simpatizantes de Perú Libre queman periódicos en la sede del diario Correo de Huancayo. (Foto: Archivo GEC)
FUEGO. Simpatizantes de Perú Libre queman periódicos en la sede del diario Correo de Huancayo. (Foto: Archivo GEC)

Barrios fue testigo de cómo el entonces gobernador rompía en la mesa de debates del Consejo Regional los periódicos del día que tenían publicaciones contrarias a él o a su gobierno, sin ningún pudor. Esta anécdota pinta de cuerpo entero la intolerancia del fundador del partido Perú Libre respecto a la crítica.

“Todos los actos ilegales y reprochables Cerrón los conocía perfectamente. Y si tenía conocimiento, por supuesto, siendo cabeza del organismo gubernamental y del partido, pues emitiría las órdenes, las aprobaría o, en todo caso, no hacía nada”, opina Barrios.

PRIMEROS INDICIOS

Esta intolerancia registrada en Junín se evidenció una vez más pero en otras regiones, durante la campaña electoral. Perú21 ha reportado ampliamente los golpes e insultos que han propinado simpatizantes de Perú Libre a periodistas, como lo ocurrido en Ayacucho con un equipo de Canal N.

En el marco de las investigaciones fiscales por el caso Los Dinámicos del Centro, se anunció que se insistiría con la ‘ley de medios’ para acabar con los “extorsionadores”. La semana pasada se presentó una acusación contra Willax por parte del candidato Pedro Castillo y un miembro de su equipo técnico. “Los periodistas que se dediquen a difamar a las personas tienen los días contados”, advirtió un abogado. Y ni siquiera llegan al poder.

TENGA EN CUENTA:

Varios de los hechos que ahora se investigan a nivel fiscal, fueron alertados desde hace varios años por la prensa de Junín. Algo usual en la región era llenar de denuncias a los periodistas.

Este diario buscó la versión del dueño de PL, Vladimir Cerrón, pero no respondió a las llamadas y a los mensajes.

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